Diana Morant, de ‘comprar’ la alcaldía a ministra por ‘La Habitación Roja’

¿Cómo una persona como Diana Morant, que repite las mismas frases e ideas como un loro desde hace años, ha llegado a ministra? Los caminos del Señor son inescrutables, y los del PSOE más, y la ministra de Ciencia y número uno del PSOE por Valencia ha tenido la suerte de estar en el momento adecuado, encadenando de rebote responsabilidades y llegando a lo más alto cuando nadie apostaba por ella.

Diana Morant, a la no le gusta que le llamen en los debates por su nombre de pila sino "señora", que repite una y otra vez el argumentario de Moncloa como que se ha retrocedido 20 años en 20 días o que es nieta de criados -como si el resto de políticos lo fueran de marqueses-, y ahí acaba su capacidad argumentativa, en repetir las cuatro frases que le mandan, no habría pasado de simple concejal de oposición en Gandia sino llega a ser por un nombre propio: Ciro Palmer.

Corría el año 2015 y el PP era arrasado en la Comunitat Valenciana por la izquierda… en todos los sitios menos en Gandia, donde el PP se quedó a un concejal de la mayoría absoluta y el PSOE, con Diana Morant de candidata, obtenía el peor resultado de su historia. La aspirante Diana Morant acababa la noche electoral llorando y viendo la puerta de salida.

Pero apareció en escena un turbio asunto: la compra del voto del concejal de Ciudadanos, Ciro Palmer, tras la reunión que tuvo con los mandamases del PSOE en Gandia, los llamados primos José Manuel Orengo y Alfred Boix, que le convencieron para cargarse la alcaldía del PP -a día de hoy no se sabe a cambio de qué, pero en Gandia circula todo tipo de teorías, de dinero a trabajo- y votar por sorpresa a Diana Morant en un pleno en el que Ciro Palmer tuvo que salir escoltado acusado de traidor y de robar lo decidido en las urnas.

Así que una Diana Morant que lloraba por el peor resultado de la historia se vio de la noche a la mañana como alcaldesa por los tejemanejes de un concejal de Ciudadanos con sus padrinos políticos del PSOE. Alcaldía de Gandia de rebote que luego, cuatro años después, ya pudo ganar por sí sola subida en la cresta de la ola del sanchismo.

Y ahí es donde viene su segundo rebote. Pedro Sánchez conoció a Diana Morant en un mitin de Gandia en el que la gandiense cayó bien al presidente al coincidir en sus gustos musicales como La Habitación Roja. Pedro Sánchez, tras fulminar de su gobierno a los ministros de cuota valenciana como José Luis Ábalos o Pedro Duque, necesitaba una mujer valenciana… y ahí es donde vuelve a surgir el nombre de Diana Morant, que acabó de titular de Ciencia y como referente valenciana -la única que hay ahora- en el Ejecutivo.

Ahora, Diana Morant hace campaña por Pedro Sánchez en unas elecciones cruciales donde demuestra su escaso nivel de argumentación -visto un mitin o intervención suya, has visto todos- y repitiendo mantras que le acompañan desde su etapa de alcaldesa como que es hija de trabajadores, e incluso soltando barbaridades como que Europa dice que Feijóo tiene negocios con narcos, esperando si el destino le tiene preparado un nuevo rebote en política tras el 23 de julio y la carrera sucesoria del PSOE y el PSPV.