La sanidad del Botànic
Esta es la sanidad que nos ha dejado el Botànic, los que venían a solucionar los problemas de la gente.
Corría el mes de diciembre del año pasado cuando, siguiendo las instrucciones de mi médico, me acerqué a mi centro de salud para pedir cita con el especialista de digestivo. Me dieron hora para mayo. Yo no salía de mi asombro, ¿qué iba a hacer durante cinco meses con mi mal intestinal? Pero la señora que me atendía insistió, “el cinco de mayo, no puedo citarle antes…”
Me busqué la vida como pude; es decir, pagando a un médico privado. La broma me costó 140 euros por dos visitas. Pero me solucionó temporalmente el problema en una semana. Llegó el cinco de mayo, como no tenía gran cosa que perder y el mal reaparece cuando le da la gana, fui a la ansiada cita. La doctora me despachó en cinco minutos: “Le llamarán para hacerle una placa”, y me fui a mi casa.
Pasaron mayo y junio. El otro día me llamaron para darme cita en agosto, ¡vaya hombre, justo en agosto el único mes que estoy fuera! “Pues ya le volveremos a llamar” y colgó, sin más explicaciones. Y aquí estoy, rezando para que mi intestino no vuelva a rebelarse.