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El tono bronco se instala en el Consell Valencià de Cultura

El Pleno acabó como el ball de Torrent, pues fue precisamente el conseller con ese apellido, quién espetó al conseller Lozano “eres un maleducat de merda".

La presidenta en funciones del CVC escucha las explicaciones de Paula Añó, secretaria autonómica de Cultura.

Publicado por
Javier Giménez

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El primer Pleno de la Institución consultiva estatutaria en materia cultural, el otrora sereno Consell Valencià de Cultura (CVC) tras las vacaciones de verano, y el ruidoso episodio del tuit de apoyo a la Academia Valenciana de la Lengua que provocó una carta abierta de protesta de los consejeros propuestos en su día por el Partido Popular, se intuía tranquilo. Dos informes, el primero sobre Turismo Cultural en la Marina Alta emanado de la Comisión de las Ciencias, y el segundo proveniente de la Jurídica y Reglamentaria que preside la socialista Pepa Frau, sobre el Derecho de acceso de los grupos sociales a los medios de comunicación, formaban, junto al punto de concesión de la Medalla de Honor de la Institución a Capella de Minestrers, un Orden del Día que no presentaba, en apariencia, conflicto alguno.

Los consejeros se desayunaron, sin embargo, con la precipitada visita, anunciada al parecer apenas horas antes del comienzo de la sesión, de Paula Añó, la abogada valenciana antes residente en Barcelona, que ostenta el cargo de Secretaria Autonómica de Cultura, que tras presentarse en valenciano mantuvo un atento seguimiento de la sesión.

La unanimidad, e incluso los elogios a las ponentes, las conselleras Irene Ballester (Compromís) y Ana Noguera (PSPV), parecían confirmar las expectativas de tranquilidad y buenas maneras que se echaron tanto a faltar en los últimos plenarios.

Tras verbalizarse por los presidentes de las distintas comisiones, los resúmenes de acuerdos cuya lectura suele obviarse en aras de agilidad, como deferencia hacia la invitada y para su mejor información, el epígrafe de Ruegos y Preguntas, que reglamentariamente no es objeto de acuerdos o votaciones, desencadenó un nuevo y sonoro desencuentro.

La consellera Nuria Vizcarro (Compromís) pidió la palabra para presentar una admonición -que trajo escrita- sobre el debido respeto a la presidencia y la conducta y manejo de la libertad de expresión que, a su parecer, debiera primar en la reuniones colegiadas, con el objetivo de que “cada uno se sienta aludido o aludida en la medida en la que lo necesite” (sic). Lo que sonó a precocinado y orquestado con anterioridad, en el respaldo que los consejeros que representan a la izquierda deseaban hacer patente hacia Dolors Pedrós (también Compromís) que, desde el fallecimiento de Santiago Grisolía en agosto del año pasado, ocupa la presidencia en funciones al no haber optado Ximo Puig por el nombramiento de un nuevo presidente o presidenta.

“Eres un maleducat de merda"

Una catarata de adhesiones de otros consejeros de la misma agrupación política y de Podemos -hoy sin representación parlamentaria-, con un silencio incómodo de los socialistas, fue caldeando el ambiente hasta que la intervención del conseller José Vicente Navarro -recientemente elegido Presidente de Lo Rat Penat- para recordar su interinidad (el art. 19 establece en su apartado 2, que “el vicepresidente sustituirá al presidente en caso de vacante, ausencia o enfermedad”), produjo la insólita reivindicación de legitimidad de su titular -que nadie había puesto en duda- en una extensa alocución que pudo no ser improvisada. Hasta llegar a afirmar que “más pronto que tarde” se producirá el nombramiento efectivo por parte del Govern de la Generalitat de una nueva presidencia, que democráticamente “acatará”. Como no pude ser de otro modo, añadió como manida coletilla.

Levantada la sesión con ese tono bronco que parece haberse instalado definitivamente en el CVC, el Pleno acabó como el ball de Torrent, pues fue precisamente el conseller con ese apellido, antiguo componente y fundador de Al Tall, quién espetó al conseller Lozano “eres un maleducat de merda”. Toda una síntesis de exhibición de buenos modales y espíritu de concordia.

Las fuentes consultadas por ESdiario al respecto, incluidos vocales de la institución, coinciden en señalar que esta situación que empieza a resultar insostenible aboca a la necesidad de una decisión gubernamental sobre la presidencia del CVC. Que no parece estar, sin embargo, entre sus prioridades a corto plazo.