Juego de damas
La era post-Puig se ha iniciado con más o menos fortuna para quien debe dejar la secretaria general del PSPV-PSOE por edad y por su nuevo asentamiento en el Senado.
Heredar la secretaria general en el PSPV-PSOE fue siempre un episodio traumático. Así fueron los pasos de Romero, Pla, Alarte durante veinte años hasta la llegada de Ximo Puig. La era post-Puig se ha iniciado con más o menos fortuna para quien debe dejar la secretaria general por edad y por su nuevo asentamiento en el Senado.
Síntomas son la ausencia prolongada del secretario general en las Cortes Valencianas desde la sesión de investidura del Presidente Mazón, y la hiperventilación de las preparadas a sucederle: Rebeca Torró, Pilar Bernabé y Diana Morant. Las tres se han situado en línea de salida para la sucesión y han elegido, para ello, aquel viejo lema del ajedrecista: definido el adversario de juego, mas vale un buen ataque que una eficaz defensa; pero al revés del buen jugador, pasar a la iniciativa a cualquier precio.
Ni han pasado sesenta días de constituirse el nuevo Consell, su estrategia de juego es repetir una mentira: “un Consell ingobernable, por incapacidad de entenderse ambos partido de coalición: PP y Vox”. Como si quisieran repetir, en otros, su propia experiencia durante los ocho años de un Botánico o un Rialto desunidos.
Torró, por ejemplo, tacho de “ladrón” al Presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, apenas unas horas en el cargo, o pidiéndole explicaciones por haber firmado con Vox un Pacto de Gobierno cuando su partido no las dio por haber firmado con Compromís, o exigiéndole se aclare en la “guerra de las pancartas”. Lo mismo que Pilar Bernabé, pidiendo explicaciones de porqué Emergencias, por ejemplo, no enviaba destacamentos a Marruecos y la vicepresidencia si, cuando ella sabe perfectamente que en el primer caso el competente es Madrid, y aquí se quedo a la espera, mientras que en el segundo el competente es la Generalitat, aun así no se enteró que se puso en marcha el CAHE donde están ambas.
Más les valdría explicar lo que dejaron por hacer frente a la Conselleria que dirigió con Ximo Puig de presidente, o en la cuarta Viceconcejalía del Ayuntamiento de Valencia con Joan Ribó; o explicarnos porqué seguimos a la cola de la financiación autonómica, cuando tenían que arreglarlo, o el peligro que se cierne sobre la ampliación del puerto de Valencia si ERC y Junts al final garantizan la candidatura de Pedro Sánchez y este favorece al puerto de Barcelona.
Las próximas elecciones autonómicas serán en abril de 2027, dentro de cuatro años. La radicalidad de estos sesenta días primeros no se explica por una campaña electoral, y lo único razonable a pensar es que ambas quieren situarse bien en la competición por la herencia. Pero ahí esta la tercera, la antigua alcaldesa de Gandía y ministra de Ciencia, Diana Morant, afirmando que, por aquí, “vivimos en una realidad paralela generada a base de ruido, mentiras y difamaciones”. Veremos quien de las tres la dice mas gorda para salir con ventaja competitiva en la era Post-Puig.