Baldoví patina acosando al conseller por una empresa a la que ya ha renunciado
Tras imprimir carteles con su rostro, Compromís continúa su 'política del show' con una denuncia falsa al conseller ante Antifraude por una sociedad de la que ni cobra ni administra ya.
El conseller de Educación, José Antonio Rovira, se ha convirtiendo en el nuevo objetivo de Compromís. Desde imprimir y exhibir su cara en carteles como un delincuente, a críticas públicas cada semana y ahora una denuncia falsa. Joan Baldoví ha anunciado que denunciará al conseller de Educación ante la Agencia Valenciana Antifraude. Acusan a Rovira de cometer "una ilegalidad" por ser administrador único de una sociedad de gestión inmobiliaria, sin trabajadores, sin sueldo y a la cual ya ha renunciado en el plazo establecido por la ley de incompatibilidad.
El portavoz de Compromís, Joan Baldoví, ha acusado al conseller Rovira de "reírse de la ley". Asegura que cumple una "absoluta incompatibilidad" porque "no ha tenido a bien renunciar a ser el administrador único de una sociedad que aún figura en el registro mercantil de Alicante".
En realidad, ROJO INVER SL mediante la cual el conseller Rovira gestiona la compra y venta de su patrimonio, no cuenta con ningún trabajador y no percibe ningún ingreso de dicha sociedad. La denuncia de Compromís ante Antifraude genera más ruido del poco recorrido que tendría ya que, además, el conseller Rovira ya renunció a la sociedad el pasado 9 de septiembre, todavía dentro de los dos meses de plazo que facilita la ley de incompatibilidad para presentar los trámites burocráticos, según ha podido saber ESdiaro. Actualmente, consta todavía en el Registro Mercantil de Alicante ya que se encuentra en trámite ante la notaría.
Esta denuncia de la coalición nacionalista llega después de que el pasado mes de septiembre Joan Baldoví también acusara al vicepresidente de la Generalitat, Vicente Barrera, de incompatibilidad por gestionar ocho empresas. Barrera también había desistido de sus cargos en los órganos de dirección de dichas sociedades en los primeros dos meses desde que fue nombrado en su cargo en el Consell. Finalmente, no hubo incompatibilidad y Baldoví fracasó.