El PSPV impide que 'uno de los suyos' sea el número dos de la EMT con Catalá

El PSPV ha votado en contra de que el alto cargo de Ferrocarrils de la Generalitat Raúl Castelblanque, que fue incluso nombrado como secretario del Consejo de Administración de la empresa pública por el primer Botànic de Ximo Puig, sea el nuevo número dos de la Empresa de Transporte Municipal (EMT) de Valencia. El día de la votación, el pasado viernes, los socialistas se opusieron, según ellos, porque la restructuración de la empresa de autobuses escondía una subida de sueldos de los cargos directivos.

Castelblanque, en una comunicación interna a la que ha tenido acceso ESdiario, se despidió el pasado mes de septiembre de sus compañeros de trabajo en Metro Valencia ya que que iba a emprender "una nueva aventura laboral", al tiempo desvelaba que la EMT le había hecho una oferta tanto a él, como al director de atención al cliente y servicios, Juan Alumbreros. El Consejo de Administración de la EMT tenía previsto aprobar este pasado viernes un nuevo organigrama en el que se planteaba a Raúl Castelblanque como nuevo director adjunto y a Juan Alumbreros como director corporativo de la empresa, ambos provenientes de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, según el equipo de gobierno popular del Ayuntamiento de Valencia.

Raúl Castelblanque es un reconocido profesional experto en movilidad y transporte público. En FGV ha sido casi todo: oficial de talleres, administrativo, técnico de gráficos, jefe de administración de personal, director de operaciones y actualmente ocupaba la subdirección de Movilidad.

Castelblanque no es el único con vinculación socialista que quiere fichar el nuevo concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, en el Ayuntamiento de Valencia. El actual gerente de la EMT, Manuel Martínez, fue asesor del actual portavoz del PSOE-PSPV en Les Corts y exconseller, Arcadi España, durante su etapa al frente de la política territorial. Alumbreros, exdirector corporativo de FGV, fue elevado por la exconsellera Rebeca Torró (PSOE) para el puesto de Atención al cliente y fue el encargado de cambiar el nombre de la parada del tranvía "Marina Real Juan Carlos I" por "Neptuno".

Raúl Castelblanque (Izquierda), junto a Vicente Pérez, presidente de Fotur (derecha), y Andrés Sánchez Jordan (Centro), director gerente de FGV en 2017.

El nuevo organigrama propuesto por el gobierno de Catalá ha sido rechazado por el PSOE, Compromís y Vox. "Debe ser que lo que no le gusta a Carlos Mazón sí que le gusta a María José Catalá. Hay que alabar el funcionamiento de la Generalitat en muchos aspectos, pero deja mucho que desear el funcionamiento del Ayuntamiento de Valencia", criticaba Juanma Badenas, portavoz de Vox en el consistorio.

Por su parte, Compromís y PSOE alegan que su negativa a este nuevo organigrama viene dada por una subida de sueldos oculta para los nuevos cargos directivos. El Ayuntamiento sostenía que con este nuevo organigrama se buscaba "reducir el comité de dirección a once personas, dos menos que en el anterior mandato municipal en el que existía seis directores de área y cuatro directores de departamento, más tres personas adscritas a gerencia" y alegaba que esa reducción suponía "un ahorro anual de 85.000 euros".

El PSPV denunciaba, a través de un comunicado, que María José Catalá intentó camuflar la subida salarial de los nuevos directivos, por encima de los 80.000 €, con un "falso ahorro" de los costes de la cúpula de la EMT. "El fracaso del PP en la EMT no solo deja en manos de Vox la gobernabilidad de Valencia, sino que, además, ha destapado también las mentiras de la señora Catalá, que vendió este organigrama como un ahorro de sueldos en la cúpula de la EMT y hoy se ha revelado que la realidad es que un alto directivo iba a cobrar 20.000 euros más que su predecesor, llegando a cobrar incluso más que el presidente de la Generalitat Valenciana", argumentaba la portavoz socialista en el Ayuntamiento, Sandra Gómez.