La Generalitat concede ayudas a 11 proyectos para renaturalizar espacios
La Vicepresidencia Segunda concede las primeras ayudas del Plan Verdea para fomentar el bienestar humano, la biodiversidad y la resiliencia.
El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) ha publicado la concesión de las ayudas del Plan Verdea de la Vicepresidencia Segunda y Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda que dirige Susana Camarero a un total de 11 proyectos dirigidos a fomentar actuaciones que impulsen la renaturalización de edificios y espacios urbanos.
Se trata de ayudas dirigidas a actuaciones que utilizan los principios de la naturaleza, las denominadas Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN), para dar solución a los problemas del espacio urbano y la arquitectura. Todo ello apostando por la renaturalización como mecanismo para fomentar el bienestar humano, la biodiversidad y la resiliencia.
La convocatoria cuenta con un presupuesto de 340.000 euros, distribuido en dos anualidades, con una dotación de 200.000 euros para 2023 y 140.000 euros para 2024.
En esta primera edición del Plan Verdea se han concedido ayudas al CP Sant Pere d´Alcántara por su cubierta y fachada vegetal; al Club de Campo Los Monasterios por su urbanización exterior y a la empresa SingularGreen SL por su jardín vertical en fachada.
El resto de proyectos seleccionados proceden de los ayuntamientos de Villanueva de Viver por la renaturalización del entorno del edificio multiuso; Potríes por la renaturalización del casco histórico; Canet Lo Roig por el ajardinamiento de la zona verde junto al local polivalente; Jérica por la renaturalización del parque Era de la Pruna; Artana por la intervención arbórea en la avenida Jaume I para incrementar la sombra; Ròtova por la arborización de ejes periurbanos; Altura por el incremento de árboles; y Palmera por la renaturalización de la calle Ausiàs March.
Las ayudas se han concedido por el procedimiento de concurrencia competitiva. Se subvencionaban las actuaciones SBN promovidas por personas físicas o jurídicas de naturaleza pública o privada, y que se desarrollasen en el espacio urbano o edificaciones con carácter permanente. Estas acciones debían tener impacto sobre uno o varios de los desafíos que apunta la Comisión Europea como son la resiliencia climática, la gestión del agua, la mejora de la diversidad biológica, la calidad del aire y la salud o el bienestar.