Vox, la encontrada excusa del PSPV
Cuando se aborda el problema de la mala financiación de la Generalitat y se buscan remedios no caben argumentarlos de partido. Caben los intereses de los valencianos.
Seguro que el refrán lo habrá oído Toni Gaspar en Faura: “Bo es donar consells, pero millor els remeis”. El que fue alcalde de este municipio del Camp de Morvedre suele precipitarse; lo hace desde la presidencia de la Comisión de Hacienda de Les Corts y lo ha repetido esta semana como portavoz Adjunto del Grupo Socialista dando consejos al Consell: “que hiciera caso” a la Comisión de Expertos en financiación autonómica que preside Francisco Pérez, como si la Consellera de Hacienda, Ruth Merino, no lo hubiera hecho ya.
Habrá que recordarle que la Comisión ya elaboró varios informes recientes. En 2017 y 2021 ya le hizo saber al anterior Consell de el Botànic, con cifras, la desventaja de la Generalitat en el Sistema de financiación autonómica previsto en la LOFCA, la necesidad de revisar los indicadores del reparto, en especial el peso relativo de la población, y la acumulación de la deuda sobrevenida por esa desventaja. Hoy, la deuda de la Generalitat supera los 50 mil millones de euros, la segunda más alta de las Autonomías. ¿Qué hizo su jefe de filas, Ximo Puig? ¿Leyó los informes? ¿No pasó de hablar alto en el Palacio de la Generalitat, pero muy bajo cuando visitaba a la Moncloa? En la etapa botánica, el PSPV no logró nada de la actual vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y mucho menos de Pedro Sánchez. Ni Ximo Puig, ni el PSPV y sus socios, se enfrentaron a Montero y Sánchez tal como lo han hecho ahora, a la primera, Ruth Merino y Carlos Mazón.
Bien es verdad que en esos años Toni Gaspar no era portavoz adjunto del Grupo Socialista en Les Corts, que mas le debe tal nombramiento reciente a su amigo Bielsa que a su dotes de parlamentario. Pero en este caso le apretaba el hacerse de notar y aprovecho la ocasión aconsejando lo que ya estaba en Agenda, que el Consell convocara a los expertos ya que no lo hacia por la oposición de Vox. El argumentarlo socialista: “Vox secuestra un Consell que no gobierna”. La excusa, la opinión de partidista del vicepresidente Barrera, pero no la del Consell, respecto a uno de los puntos del orden del día de la reunión: la condonación de la deuda.
Este viernes hemos sabido que Ruth Merino ha hecho suyas las conclusiones de la Comisión de Expertos y los ha puesto a trabajar para que actualicen los datos de su ultimo informe con el fin de cargarse de razón y plantarse ante el Ministerio de Hacienda reclamando, de entrada, 1.500 millones de euros al año ante el retraso de la revisión del actual modelo de financiación. A su vez, que el Ministerio convoque con urgencia el Consejo de Política Fiscal y Financiera para la revisión del Sistema. Y, también a su vez, que se convoque a la Comisión de Presidentes Autonómicos del Senado para abordar el tema. De todo eso Toni Gaspar no aportó en su comunicado ningún remedio.
En la etapa botánica, el PSPV no logró nada de la actual vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y mucho menos de Pedro Sánchez
Tres son los temas que abordó la Comisión de Expertos, de suprema importancia para los intereses de la Comunitat. El primero, los 1.500 millones de euros a transferir de las arcas del Estado a las de la Generalitat para hacer frente a la mora de la revisión del modelo; el segundo, plantear, de nuevo, y con datos actualizados, el grave percance que para las arcas de la Generalitat provoca el actual modelo de financiación; y tercero, condonación de deuda que la Comisión de Expertos cifra, provisionalmente, y a revisar al alza, en 27.000 mil millones de euros.
Y Toni Gaspar se cogió a este último punto para afirmar “que en seis meses no se habían convocado a los expertos debido a la oposición de Vox”. No sabe, o no quiere saber, que la Comisión de Política Fiscal y Financiera a la que por primera vez fue convocado la Consellera de Hacienda fue hace tres semanas, que es donde surgió la alarma y la necesidad de plantar cara al Ministerio y a la Moncloa, y ahora sí, con convocatorias en agenda y cifras, de la Consellera de Hacienda y del Consell a la vicepresidenta Primera del Gobierno de España y al inquilino de la Moncloa. Y con la propuesta exigencia de remedios.
Pero la excusa es Vox, el socio de Gobierno que no quiere pedir la condonación. Que sepamos los valencianos, el actual Consell presidido por Carlos Mazón tiene una sola voz, no aquella caja de grillos que era el Botànic presidido por Ximo Puig. La reivindicación de hacer frente a la Moncloa para exigir una mejor financiación está en los 50 puntos suscritos por PPCV y Vox para conformar el actual Consell. Flaca excusa, cuando lo que opine un conseller como militante de Vox no vincula al Consell de coalición. ¿O es que las opiniones de en su día expresaban como militantes de Podemos, la “Yoli” o Mónica Belarra, condicionaban las decisiones del Gobierno de España? Preguntemos por el asunto de Marruecos y los Saharauis, por ejemplo. Toni Gaspar debe pensar en lo que pasaba en el anterior Consell de el Botànic.
Que Vox se equivoca al juzgar a todas las autonomías por igual desde Madrid, pues sí. Y cuando opina el militante Barrera que aceptar la condonación de parte de la deuda de la Generalitat significa acumularla a la del Estado aplicando la Ley de la Termodinámica a las finanzas, “que nada se crea ni se destruye, que solo cambia de forma”, se trata de una opinión discutible de aplicar a la Comunitat. Pues además del actual modelo de financiación, perjudica la tremenda acumulación de deuda que en cuarenta años de Consell ha habido que gestionar mediante suscripción publica ocasionada por la mala gestión en el traspaso de las transferencias de los Servicios Públicos del Estado a la Generalitat, Sanidad y Educación principalmente, negociadas con el Gobierno de España de Felipe González por el Consell Socialista de Joan Lerma en su primera Legislatura.
Hace tres semanas lo escribí en un articulo. En aquel tiempo, los fondos a transferir anualmente por el Estado para financiar los servicios públicos transferidos eran muy inferiores a los gastados por el Estado cuando esos servicios eran competencia suya. Hace poco más de un año, en declaraciones de Vicent Soler al publicar la Sindicatura de Comptes su informe sobre infrafinanciación, sin la actual acumulación la Generalitat gestionaría una deuda no muy superior a los 12.000 millones y no la que rayaba los 48.000 millones. Con cálculos actuariales, la diferencia negativa para la Generalitat de aquellos ingresos ”distraídos” por el Gobierno Socialista de Felipe González, la cifra superaría los 5.000 mil millones que, acumulados financieramente, son parte de esa tremenda deuda actual de 50.000 millones de euros. Se trata de la “deuda histórica”.
Cuando se aborda el problema de la mala financiación de la Generalitat y se buscan remedios, como acertadamente ha hecho el Consell presidido por Carlos Mazón, no caben argumentarlos de partido. Caben los intereses de los valencianos, ciudadanos españoles que reciben unos Servicios Públicos mal financiados por el Estado. Seguramente a Toni Gaspar, si se pasea por Faura se oiría aquello de: “El bon obrer abans d´obrar arremulla”. Recomiéndeselo también al próximo líder del PSPV-PSOE.
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