Caso Canónigo: el asesino vivió con la víctima días y estranguló con un pañuelo

Siguen saliendo datos del caso del asesinato del canónigo emérito de la Catedral de Valencia, Alfonso López Benito, de 80 años, que ha estremecido a la sociedad valenciana. Las investigaciones de la Policía apuntan a que el sacerdote fue asfixiado con un pañuelo atado al cuello -la autopsia lo tiene que confirmar- y que víctima y presunto asesino estuvieron conviviendo varios días en el piso del canónigo propiedad del Arzobispado.

La Policía trabaja con la hipótesis de que el canónigo fuera estrangulado con un pañuelo, al ser ésta la única prenda que se encontró -la víctima estaba sobre la cama en calzoncillos- o que fuera asfixiado cubriéndole la boca y la nariz con algún objeto como por ejemplo una almohada.

El presunto asesino del canónigo, que fue arrestado y está en los calabozos de la comisaría de Zapadores, habría sido pillado por la Policía tras usar la tarjeta de crédito del sacerdote para sacar cantidades del dinero. Además, se llevó consigo el móvil del canónigo. El detenido y la víctima se conocían, mantenían relaciones sexuales y el presunto asesino, una persona extranjera en riesgo de exclusión social, había estado varios días viviendo en casa del sacerdote.

Es más, se van sabiendo más datos de lo que pasaba en casa del canónigo. Los vecinos del edificio -situado justo al lado de la Catedral- se habían quejado del “trasiego de hombres” de entre 20 y 40 años y de aspecto desaliñado o toxicómanos que subían al piso del sacerdote y habían pedido intervenir al Arzobispado, pero el canónigo seguía con sus peligrosas visitas pese a que había tenido algún problema con alguno de los hombres que le visitaban, a los que al parecer ofrecía dinero o ayuda a cambio de relaciones sexuales.