Renovarse o morir
Bastantes países no sólo nos imitan en la cuestión turística, sino que intentan adelantarnos
Cierto, son los rusos poco originales, son los rusos y curiosamente los ucranianos que se llevan aquí mucho mejor que allí. Buscan, fundamentalmente segundas viviendas huyendo de aquellos inviernos polares y, sobre todo encantados con nuestros arroces. Ingleses y franceses nos conocen tanto que ya podrían ponernos en su mapa si les dejáramos.
Otro Fitur que, según cuentan los especialistas, ha sido positivo gracias a que la economía mundial (occidental) comienza a repuntar. Las expectativas del Levante feliz, no puede ser más halagüeñas, aún a pesar de que hemos subido los precios entre un 10 y un 15% en el conjunto de la hostelería.
A partir de ahora las masas invadirán los stands llevándose folletos que después tiran en la primera papelera que encuentran porque, con toda probabilidad la inmensa mayoría no haya pensado nunca en ir hasta aquellos países exóticos. Buscan como exploradores hambrientos cualquier están donde deben algo para echar al buche intentando, al menos, compensar el precio de la entrada y los desplazamientos hasta las afueras congresuales.
A Fitur, aunque se repita como las cadenas de montaje de Chaplin, hay que ir todos los años y además demostrándose. Bastantes países no sólo nos imitan en la cuestión turística, sino que intentan adelantarnos, y eso obliga a renovarse o morir de éxito, que no deja de un otro tipo de defunción.
Este gobierno del PP y Vox debe buscar, funcionarios de turismo ya los tiene, cabezas pensantes y creativas que ofrezcan una nueva perspectiva al haya súper conocida que durante tanto tiempo redundó el gobierno de Ximo Puig. De momento todo está en ciernes y en más de lo mismo.