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Es la ‘agroesfera’, Zorra…

Conspiración al fin descubierta en que por cierto vinieron a coincidir, tras su propia y sesuda investigación efectuada por su comité de expertos, con los resilientes sindicatos de clase.

Agricultores y tractores en una manifestación durante la décima jornada de protestas de los tractores en las carreteras españolas

Publicado por
Jaime Navarro

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Hoy, que a nuestro Amado Líder le crecen los enanos, y lo que parecía que iba a ser coser y cantar empieza a ponerse francamente cuesta arriba. Cuando al Fort Apache en que se ha convertido Moncloa lo cerca casi todo el mundo: esa indómita y siniestra Fachosfera o los eternos descontentos contra los que que ya sabiamente nos alertaba el más providencial Jefe del Estado.

Envuelto pues nuestro Gran Timonel en mil y una tóxicas conspiraciones: centenares en contra y decenas urdidas por él mismo y su guardia pretoriana, que dejan la vida de Calígula en la de un travieso lazarillo; por más que ellos mismos y sus incontables medios ensobrados siempre nos adoctrinen sobre que esto de las conspiraciones no es más que puro tabú o fantasía. Cuando probablemente conspirar sea y de siempre, el arma usual y predilecta de la política.

Y en esas estábamos, y, de repente, cómo con el Covid, van y nos pillan otra vez en bragas los sumisos campesinos y los ninguneados pescadores, unidos a los ya sospechosos transportistas, que junto a los jueces, los fiscales, y hasta más de 400 parlamentarios europeos, comenzaron también a disparar contra el sagrado bunker monclovita, qué deo gratia y hasta ahora, y con simpar heroicidad y desinteresado sacrificio, nos viene salvando de ese fascismo tan en blanco y negro. Y todo en una sola semana.

Por eso era de ver estos días a esos medios y atareados periodistas tan independientes del poder, que para qué no se diga se niegan incluso a recibir ni un solo euro procedente del erario público, mofándose de los sufridos labradores y ganaderos, llegando a tildarlos de "señoros más bien calvos y con barba..." En una reacción que mucho nos recordaba a las mismas chanzas, ocurrencias y delirios que estas mismas solidarias mesnadas de plumillas nos regalaban en la añorada época del confinamiento.

Pero ahí no quedó la cosa. Qué como digo y por más que se diga, había que buscar urgéntemente quien estaba detrás de estos "paletos", según estos medios independientes asombrados los contemplaban y a toda leche encima de sus tractores. Ya que cumplía pues determinar y al grito de ya, que tipo de conspiranoia se estaba urdiendo ahora; después de las ya sufridas de los jueces, los fiscales y hasta la de todo un parlamento europeo también complotado: siempre tan viles y tan crueles con nuestro Providencial Dirigente.

Pleno de originalidad y acuciado por la prisa, acabó pues concluyendo nuestro sabio Cuarto Poder, que en realidad estos viriles tractoristas eran algo así como ociosos terratenientes, o privilegiados integrantes de la Casa de Alba; en cualquier caso sospechosos señoritingos desalmados dispuestos a explotar hasta la extenuación a los míseros jornaleros.

Conspiración al fin descubierta en que por cierto vinieron a coincidir, tras su propia y sesuda investigación efectuada por su comité de expertos, con los resilientes sindicatos de clase. También absolutamente ecosostenibles e independientes de cualquier poder gubernativo: pues de igual modo y para que no haya sombra de duda, se niegan pertinazmente a recibir ni un céntimo de nuestros impuestos.

Porque la mujer del César... ¿te acuerdas?, no sólo ha de ser honrada si no también parecerlo.