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Adiós al papel: La transición global hacia la factura electrónica

Las facturas electrónicas reducen significativamente el tiempo y los recursos necesarios para procesar transacciones, desde su emisión hasta su pago.

Adiós al papel: La transición global hacia la factura electrónica

Publicado por
J. Giménez

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A medida que nos adentramos en 2024, son muchos los países que están marcando el fin de la facturación en papel para hacer obligatorio el uso de la facturación electrónica.

Este cambio normativo no solo refleja la adopción de tecnologías más eficientes, sino que también es un esfuerzo por mejorar la transparencia, reducir el fraude fiscal y fomentar prácticas sostenibles.

Varios factores han impulsado esta transición global hacia la factura electrónica. Primero, la necesidad de procesos más eficientes y menos propensos a errores ha sido un factor clave.

Las facturas electrónicas reducen significativamente el tiempo y los recursos necesarios para procesar transacciones, desde su emisión hasta su pago. Además, el impulso hacia la sostenibilidad y la reducción del impacto ambiental ha hecho que las empresas y los gobiernos busquen formas de minimizar el uso del papel.

La pandemia de COVID-19 también ha acelerado la adopción de la factura electrónica, ya que las restricciones y el trabajo remoto han requerido soluciones digitales para mantener la continuidad del negocio. Esta situación ha demostrado la importancia de la digitalización y la capacidad de adaptarse rápidamente a nuevos métodos de trabajo.

Países pioneros en factura electrónica

Los países pioneros en la implementación obligatoria de la factura electrónica incluyen países de América Latina y Europa.

Chile destaca como uno de los primeros en impulsar esta iniciativa en 2003, con el objetivo de reducir costos de facturación y fomentar el comercio electrónico. Posteriormente, en 2014, hizo obligatorio su uso para evitar la evasión fiscal. Otros países latinoamericanos como Brasil, Argentina, Costa Rica, Guatemala y México también han sido pioneros en este campo.

México fue de los primeros en Latinoamérica en la adopción de la facturación electrónica, con su implementación inicial en 2004. Para 2024, México introduce la Carta Porte 3.0, un complemento que acompaña al Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI), reforzando aún más el marco de la facturación electrónica.

Panamá también ha anunciado la obligatoriedad de la factura electrónica a partir de 2024, limitando el uso de equipos fiscales tradicionales a situaciones excepcionales. Esta medida incluye a todos los contribuyentes, desde profesionales independientes hasta grandes empresas, enfatizando la universalidad del cambio hacia la digitalización.

La tendencia hacia la facturación electrónica no se limita a América Latina. Países de Europa, Asia y otras regiones están adoptando regulaciones similares, reconociendo los beneficios de eficiencia, seguridad y sostenibilidad que ofrece la facturación electrónica.

Por ejemplo, la Unión Europea ha estado promoviendo activamente la facturación electrónica entre sus estados miembros como parte de su iniciativa de mercado único digital. Dinamarca fue el primer país en hacer obligatoria la factura electrónica en las transacciones entre el gobierno y los proveedores (B2G) en 2005.

En 2019, la adopción de la factura electrónica se hizo obligatoria en varios otros países europeos como Chipre, Eslovaquia, Hungría, Irlanda, Letonia, Luxemburgo, Malta, Polonia, Portugal y Rumanía, alcanzando así una masificación en su adopción en el continente.

Otros países como Suecia, Finlandia, Austria, Italia, Eslovenia y España ya tienen o están implementando leyes sobre facturación electrónica recientemente.

La adopción de la factura electrónica en Europa ha sido especialmente notable en el ámbito B2G, impulsada por la Directiva 2014/55/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, que promueve su uso entre los estados miembros para facilitar las relaciones comerciales y simplificar las actividades empresariales e institucionales.

Aunque la mayoría de los países europeos han implementado la factura electrónica para las transacciones B2G, algunos como Mónaco y San Marino aún la consideran voluntaria, aunque se están haciendo esfuerzos para hacerla obligatoria.

Esta medida no solo simplifica la gestión de las empresas, sino que también asegura la integridad y verificación del traslado de mercancías.

España y la factura electrónica

En España ya existen numerosos software online de facturación como Billin, programa facturación para autónomos, pymes y gestorías.

La factura electrónica se convertirá en obligatoria a lo largo de este año 2024 y el próximo año 2025, un cambio regulado por la Ley Crea y Crece. Esta ley busca facilitar e impulsar la creación y desarrollo de empresas, apostando firmemente por la digitalización.

Inicialmente, la factura electrónica ya es obligatoria para transacciones con la Administración Pública, pero este nuevo cambio expandirá su obligatoriedad a todas las operaciones comerciales entre empresas y autónomos.

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