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'Microinfarto' en el pleno de la Diputación por los Gay Games

Un pequeño lío a la hora de votar una moción presentada por Compromís sobre este evento deportivo casi acaba en derrota para el equipo de gobierno de la corporación provincial.

Vicent Mompó, president de la Diputació, en el momento de la confusión.

Publicado por
Sergi Tarazona

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Caras de confusión y corazones a mil revoluciones es lo que se ha visto durante unos interminables segundos en la Diputación de Valencia en la votación de una moción presentada por Compromís a cuenta de los Gay Games. Como si de un 'sketch' humorístico se tratará, el equipo de gobierno de la corporación no daba crédito tras el resultado in extremis. Sin embargo, tras la confusión inicial, todo ha quedado en un pequeño susto y la moción, finalmente, no ha salido adelante.

Todo ha empezado cuando el presidente Vicent Mompó ha procedido a recontar los votos en contra de la petición de Compromís en la que se pedía una mayor participación de las entidades LGTBI en la organización de los Gay Games, algo similar a lo que ya ocurrió durante el pasado mes de marzo en el pleno del Ayuntamiento de Valencia donde la concejala de deportes, Rocío Gil, también diputada provincial, anunció que pediría un informe jurídico sobre el modelo de gestión de los juegos.


Tras el debate, se ha procedido a la votación, sin embargo, tras el recuento las caras de estupefacciones y sonrisas de confusión ha aparecido en el pleno cuando, desde la oposición, han visto que no se podía rechazar la moción, pues ellos, por votos de los allí presentes, habían ganado la votación. Sin embargo, el presidente no había tenido en cuenta el voto telemático, que iba con retraso por el 'delay', de la vicepresidenta segunda de la Diputación y portavoz del Grupo Popular, Reme Mazzolari. Además, justo en el instante de la primera votación, el diputado de Personal, Ricardo Gabaldón, estaba entrando en el salón de plenos y no le había dado tiempo a llegar a su asiento. La votación, para que no hubiera lugar a dudas, se ha repetido. De nuevo con victoria del equipo de gobierno tras el esglai.

Finalmente, lo que podía haber sido un esperpento, en todos los sentidos, como yo ocurriera en un pleno del Ayuntamiento de Valencia, cuando el equipo de gobierno de María José Catalá perdió una votación frente a la oposición por estar comiendo canapés, ha quedado una divertida, pero curiosa, anécdota.