La Fe financia cinco proyectos sobre oncología y cardiología
Las ayudas provienen del legado de la costurera valenciana María Jordá Sanz
El Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe) financiará cinco proyectos, con 50.000 euros cada uno, dentro de las ‘Ayudas María Jordá Sanz’. Se trata de una convocatoria cuyo objetivo es generar proyectos de investigación científica básica y traslacional en los campos de la oncología y la cardiología entre grupos del IIS La Fe y hacer realidad la voluntad de la costurera valenciana María Jordá Sanz, expresada en su testamento.
Los proyectos seleccionados abordan retos como las complicaciones neurológicas de la inmunoterapia en cáncer sistémico, la cardiotoxicidad en pacientes oncológicos, los sarcomas de partes blandas y hueso, el papel de las citoquinas en la metástasis y la búsqueda de biomarcadores para enfermedades cardíacas.
La convocatoria nace de la herencia solidaria de María Jordá Sanz, costurera de profesión que desarrolló su carrera en Londres durante 50 años y que falleció en 2017. María Jordá dejó sus bienes a la investigación del cáncer y de las enfermedades cardiológicas del IIS La Fe. Se trata del primer legado solidario que recibe el IIS La Fe y, gracias a la cuantía de la herencia, se realizarán próximas convocatorias en años sucesivos.
Esta convocatoria ha permitido poner en marcha una iniciativa pionera de participación ciudadana con el objetivo de acercar a la sociedad al mundo de la investigación biomédica desde la evaluación de proyectos científicos.
Se trata de la Comisión Ciudadana del IIS La Fe, formada por representantes de asociaciones de pacientes, empresariado, colectivos sociales, gestores sanitarios y sector educativo no universitario, que ha evaluado las propuestas que se han presentado a la convocatoria interna de ‘Ayudas María Jordá Sanz’ para la investigación en cardiología y oncología del IIS La Fe.
María Jordá Sanz era costurera de profesión y desarrolló su carrera en Londres durante 50 años. Falleció en 2017 a los 73 años. Soltera y sin hijos, emigró muy joven a Londres, donde empezó trabajando en un taller de alta costura que acabó dirigiendo. Su familia ha recordado que fue en Londres donde conoció la tradición de las donaciones a causas relacionadas con la investigación. Además, la experiencia personal de la muerte de dos amigas, a causa de enfermedades cardiológicas y oncológicas, le llevaron a tomar la decisión de hacer testamento en favor de la investigación biomédica.