Mazón se alía con el nacionalismo para presionar a Sánchez con la financiación

Tras retorcerse y hacer un arduo esfuerzo, el dirigente de la oposición Joan Baldoví ha mantenido una reunión por fin con el presidente Carlos Mazón. Lo que debería ser habitual se torna noticiable y anecdótico por haberse hecho de rogar medio año. Los dos líderes han sabido encontrar puntos en común y alcanzar dos tardíos pactos, dándose mayor entendimiento entre el presidente del PP con el nacionalismo de Compromís que con la intransigencia del PSOE de Diana Morant.

Es cordial, habitual y buen síntoma democrático que un presidente inicie una ronda de diálogo con los líderes de los otros partidos para entablar posibles acuerdos y marcar una hoja de ruta al inicio de la legislatura. Joan Baldoví rechazó la primera oferta institucional excusándose en que "era solo hacerse una foto". Cuando el Consell ya celebra un año de andadura es cuando Baldoví recoge el guante y posa junto al jefe del Consell ante las cámaras. Hasta se ha vestido más elegante que de costumbre sacando del fondo del armario una americana para la ocasión.

De las más de dos horas de reunión que Baldoví ha calificado como "una seca i una remullà" -una de cal y una de arena- han resultado dos acuerdos. Por un lado, la tramitación de la Ley de Accesibilidad, un proyecto que quedó pendiente de su aprobación en la anterior legislatura y que estaba "ampliamente debatida con las entidades", por lo que Baldoví ha expresado su deseo de que se apruebe "sin grandes problemas".

Por otro lado, ambos han pactado construir un frente común por la reforma del sistema de financiación. Una alianza sana, sin que aparentemente haya nada a cambio bajo manga, como ocurre en otros trueques de ámbito nacional. Tanto el PP como Compromís vienen denunciando reiteradamente la asfixia económica de la Comunidad Valenciana a causa de la infrafinanciación por parte del Estado. En este punto de encuentro, Mazón ha tendido la mano a Compromís para sacar adelante la Ley de Trato Justo. Esta iniciativa de los nacionalistas recoge tres reivindicaciones: la reforma del sistema de financiación autonómica, el fondo de nivelación y la regularización de la deuda histórica. El objetivo es aprobarla primero en Les Corts para depsués trasladarla al Congreso de los Diputados. Así, los dos partidos "antagónicos" del Ejecutvio y de la oposición se alían y acuerdan hacer una pinza al PSPV, que con toda probabilidad rechazará una ley que ofenda al sanchismo, como ya lo hicieron hace dos semanas al no apoyar la iniciativa del PP en Les Corts.

Por contra, las desavenencias en el modelo educativo que vienen dando -imposición del valenciano por parte de Compromís y libertad educativa por parte del PP- no han llegado a buen puerto. En materia de servicios sociales ambas formaciones chocan. Lo más preocupante es la falta de consenso para aquello para lo que Mazón sí necesita los votos de los nacionalistas: la renovación de órganos estatutarios caducados desde hace más de un año. Ninguno de los dos dirigentes da su brazo a torcer para pactar los nombres, así como en la Agencia Valenciana Antifraude. La oposición dejó claro que la única condición es imponer el cordón sanitario a Vox.

"Somos antagónicos", le decía el presidente Mazón un día antes en la sesión de control en Les Corts. Pese a ello, consenso ha habido. Más que en la reunión con la líder socialista, Diana Morant, celebrada casi un mes antes sin alcanzar entendimiento alguno. En su acercamiento con regalo envenenado, Morant fue más radical que 'la extrema izquierda nacionalista' y exigió retirar todas las leyes de PP y Vox actualmente en tramitación. La también ministra confundía su personalidad múltiple y en calidad de miembro del Consejo de ministros de Pedro Sánchez no estuvo a la altura de un líder de los socialistas valencianos para defender temas capitales para la Comunidad Valenciana como el agua o la financiación a los que no hizo mención alguna.

Todo apunta a que la sintonía entre PP y Compromís, que también se ha dado en anteriores ocasiones como en la defensa del derecho civil valenciano, el aporte de agua a la Albufera o el rechazo a la OPA de BBVA, les permitirá “seguir dialogando y avanzando en iniciativas legislativas", en palabras del jefe del Ejecutivo valenciano.