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Mata a su madre en pandemia y vive 4 meses con el cuerpo

Los hechos ocurrieron en abril de 2020 y no fue hasta agosto de ese mismo año cuando la Guardia Civil, tras denuncias del entorno de los jóvenes, registró la vivienda y encontró el cuerpo.

Acusada, tapada, durante el juicio

Publicado por
Sergi Tarazona

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Desgarrador e inquietante testimonio de una joven que durante 2020, con 18 años, plena pandemia de Covid-19, asesinó, brutalmente, a su madre, tras cortarle el cuello, junto a su pareja por aquel entonces, de 17 años, y convivió con el cuerpo, en medio del pasillo de casa, durante cuatro meses, hasta agosto de ese mismo año, cuando la Guardia Civil, alertada por las denuncias del entorno de los jóvenes, registró la vivienda hallando el cuerpo de la mujer.

Los hechos ocurrieron en la localidad valenciana de l'Alcúdia de Crespins el 1 de abril de 2020, y hoy, durante la vista ante el juez, la joven, visiblemente emocionada, tras pasar cuatro años en prisión preventiva, ha contado como desarrolló todo el plan junto a su pareja.

La presunta asesina, sentada junto a sus letradas, ha contado que había tenido varios desencuentros con su madre por la relación que tenía con su pareja. Al parecer, la víctima veía con malos ojos que el novios de su hija, como ha contado la acusada, la maltratara. "A ella le parecía mal que pasase esta situación y eran discusiones siempre", ha aseverado tras reconocer que consumía en esos momentos cocaína, speed y marihuana. Tras esto, acordó junto a su novio matar a la madre para poder estar juntos y hacer frente a las deudas de él por drogadicción.

Ese día 1 de abril, el novio acudió a la vivienda de la víctima junto a un cuchillo y tres barras de pan—estas últimas las llevaba para justificar, si le paraba la policía, que había salido a la calle a comprarlas, algo que sí estaba permitido en ese momento de pandemia con numerosas restricciones—.

Una vez llegó al portal del edificio, el novio avisó a la joven para que abriera la puerta y subió. En el interior de la vivienda, cogió una botella de amoniaco y roció a la víctima, que estaba tumbada en el sofá.

Seguidamente, le golpeó en la cabeza y le asestó dos puñaladas. La mujer pudo levantarse y se dirigió malherida hacia el pasillo, donde cayó al suelo. En ese instante, el novio volvió a coger otro cuchillo de la cocina y le volvió a golpear en la cabeza. La hija, posteriormente, le asestó también varias cuchilladas y acabó con su vida.

La mujer falleció como consecuencia de un shock con perforación del corazón. Los jóvenes dejaron allí su cadáver, le robaron dos tarjetas de crédito y se fueron al cajero para sacar dinero. En total le robaron 6.200 euros entre el 1 de abril y el 4 de junio.

Los acusados convivieron con el cadáver de la víctima en la vivienda durante algo más de cuatro meses, hasta el 20 de agosto de 2020, cuando la Guardia Civil entró a hacer un registro en la casa tras la denuncia interpuesta por varias personas del entorno de los jóvenes. En ese momento la joven tenía intactas sus capacidades volitivas, es decir, que no presentaba anomalías mentales.

El cuerpo en medio del pasillo de casa

La joven ha aseverado que su novio comenzó a planificar la muerte de su padre porque "discutían mucho". El día 1 de abril se presentó en casa y roció a su madre con amoniaco. "Sabía lo que iba a hacer, sabía que iba a matarla", ha señalado.

Tras ello, la chica ha explicado que cogió a su perro y se fue al baño. "Intenté marcar al '112', pero no tenía valor y para mí él era lo primero. Me asusté. Estaba despistada. Iba a llamar al '112' porque se escuchaban los golpes y cómo mi madre luchaba. Entré en schock", ha descrito.

Y ha añadido: "Por una parte quise salvar a mi madre y, por otra, pensé mucho más en él". Al salir del baño se encontró con su madre tumbada en el suelo llena de sangre: "Él empezó a decirme que tenía que hacer algo. Me dio un cuchillo y yo iba y no iba; iba y no iba y a la tercera fuí y le corté en el cuello", ha narrado.

"No sé si mi madre estaba viva. No sé cómo estaba. Para mí sí estaba viva porque escuchaba como agonizaba a través de la boca con la sangre y todo eso. Él me decía 'hazlo, hazlo, hazlo' mientras yo daba vueltas por la cocina y me lo pensaba y, al final, lo hice". No recuerda si su madre le dijo algo entonces.

Seguidamente, su pareja le abrazó "fuerte", cogió el cuchillo y lo tiró: "Me dijo que ya estaba y que los malos tratos ya no los iba a volver a tener. Dejamos a mi madre en el pasillo hasta el día que la Guardia Civil vino a casa", ha afirmado.

Preguntada por el motivo por el que no hicieron nada con el cuerpo sin vida de la víctima, ha respondido: "No tenía valor. Yo limpié la sangre y el sofá y empecé a tirar los cuchillos por diferentes sitios de basura. Lo tiré todo". "Estoy muy arrepentida y pido perdón", ha señalado para concluir su declaración.

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