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La Policía de Real de Montroy denuncia acoso laboral del alcalde

El sindicato de SPPLB manifiesta el maltrato por parte de miembros del consistorio y las malas condiciones laborales

Vehículo de la Polícía local de Real de Motnroy

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El sindicato de SPPLB, Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos, ha denunciado la situación laboral de la plantilla de auxiliares de la Policía Local del municipio de Real de Montroy.

Este grupo apela a que el alcalde de la localidad, Gerardo López, lleva años negando unas instalaciones dignas y en condiciones a la plantilla de funcionarios, careciendo de vestuarios funcionales y dignos, como la inexistencia de duchas o baños separados entre hombres y mujeres.

Por otra parte, se ha denunciado que desde la alcaldía no cumplen con la normativa, "negando a una agente su derecho a la conciliación familiar por estar a cargo de un hijo menor de doce años, siendo familia monoparental, y menospreciando a dicha persona con comentarios como: "págate a alguien que te lo cuide" o “en cuanto meta la pata la expedientó. Ante esta situación, la agente ha presentado una queja formal a la Secretaria de Estado de Igualdad debido a la inestabilidad de su puesto de trabajo.

Asimismo, la asociación de Profesionales de Policías Locales y Bomberos apuntan que otras mujeres han sufrido vejación por parte de López Mateu con amenazas públicas, por negar a permisos especiales de descanso o por derecho de exámenes oficiales, e impedir que se realicen cambios de turnos para asistir a los mismos o el rechazo de elección de los periodos de vacaciones.

Actualmente, la plantilla carece de jefatura, ya que el anterior jefe dimitió, según este sindicato, al no respetar las decisiones planteadas, por parte de miembros del consistorio, y se imponían órdenes a espaldas del propio jefe de la policía local de Real de Montroy.

Por otra parte, también han querido denunciar el trato de la plantilla por parte del concejal de seguridad, el cual ha difundido los mensajes personales que se le enviaron, con una finalidad de ridiculizar de las situaciones personales de algunos miembros del cuerpo, así como el menosprecio y amenazas, según la organización.