Así serán las Zonas de Bajas Emisiones "blandas" en Valencia
El Ayuntamiento flexibiliza la normativa mientras para perjudicar los menos posible a los conductores mientras la oposición de PSPV y Compromís enfurece y aboga por una normativa más restrictiva para los vehículos
Solo el 32% del parque móvil de la ciudad de Valencia corresponde a vehículos sin etiqueta o etiqueta A, es decir, que la gran mayoría de los valencianos residentes se vería perjudicado por las restricciones a la circulación con la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones. Estas ZBE, que impedirían circular en determinados espacios en función del niel de contaminación diario, se instalarán de forma progresiva. Se trata de una regulación de obligado cumplimiento que viene encomendada desde el Parlamento Europeo de Bruselas. Desde que PP y Vox entraron a gobernar el Ayuntamiento optaron por esquivar su inminente aplicación y abordarla con mayor profundidad. Un año después, han puesto sobre la mesa la nueva ordenanza.
La Zona de Bajas Emisiones, ZBE, se implantará de manera progresiva desde el próximo año, 2025, hasta su establecimiento definitivo en 2028. Afectará a turismos, motocicletas y ciclomotores con la etiqueta A (también llamados sin etiqueta), según el catálogo de distintivos medioambientales de la DGT. Quedarán excluidos de las restricciones los vehículos asociados a actividades económicas (pymes, autómos...), para “proteger de los intereses económicos y sociales de la ciudad”, en palabras del concejal. Tampoco tendrán obligación los vehículos usados por titulares de tarjeta de estacionamiento PMR (para personas con movilidad reducida), los de familias numerosas o con menores de tres años, y aquellos donde viajen embarazadas o personas con movilidad reducida temporalmente. Tampoco tendrán restricciones los vehículos de emergencias, de servicios esenciales y los considerados históricos.
Durante el próximo año, 2025, se llevará a cabo una fase informativa , en la que no se impondrán sanciones a las personas infractoras, y será a partir de enero de 2026 cuando se limite la entrada en la ZBE a vehículos con etiqueta A, pero únicamente de fuera de la provincia de Valencia, de más de 27 años sin son de gasolina, o de más de 22 años si son de gasoil. A partir de enero de 2027 la limitación será para cualquier vehículo sin etiqueta de fuera de la ciudad en sí. Y las restricciones serán ya totales a partir del 1 de enero de 2028.
"Los vecinos de Valencia no tendrán que preocuparse por la ZBE hasta 2028, ya que hemos optado por una normativa blanda, porque pretendemos proteger los intereses económicos y sociales de los vecinos, y especialmente para evitar que los perjudicados sean aquellos con menos recursos”, ha añadido Carbonell. “Además –ha continuado- en 2028, la cifra de vehículos que no podrían circular será muy baja, y aún así podrán circular 48 días al año, y tendrán un título para viajar gratis todo el año en la EMT. La normativa no puede perjudicar a las personas con menos posibilidades para cambiar su vehículo”, ha defendido concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Jesús Carbonell. “El objetivo –ha explicado el concejal- es no penalizar a las pymes ni a las personas con menos recursos, y de ahí el calendario progresivo de implantación previsto en la normativa”. Otro gallo cantará para las miles de personas que vienen a trabajar a la ciudad desde la periferia.
Dos zonas de aplicación: València ZBE’ y Ciutat Vella ZBEES
En la aplicación de la normativa, se definen dos zonas de diferente aplicación: ‘València ZBE’ y ‘Ciutat Vella ZBEES’. La primera, genérica y de carácter más laxo, ZBE, está delimitada por la Ronda Nord, avenida dels Tarongers, avenida de Serrería y Bulevard Sud, es decir, prácticamente toda la ciudad. La segunda, declarada como Zona de Bajas Emisiones de Especial Sensibilidad, ZBESS, está dentro del distrito de Ciutat Vella y suma las especificaciones actuales de la APR, es decir, que sólo podrán circular vehículos autorizados de residentes (salvo las excepciones previstas), que no tengan etiqueta A.
Un total de 278 cámaras de tráfico, situadas por toda la ciudad, vigilarán para hacer efectivo el cumplimiento de la normativa. Las sanciones se impondrán según lo previsto en la normativa estatal sobre este asunto, y serán de 200 euros. También se prevé instalar cartelería informativa a lo largo del perímetro. El Ayuntamiento elaborará un registro de vehículos “excepcionados” de la aplicación de la ZBE y, además, después del verano, en la web de Tráfico del Ayuntamiento y en la web municipal se podrá comprobar la situación de cada vehículo mediante la matrícula.
El concejal Jesús Carbonell ha subrayado que la voluntad del Ayuntamiento es que “la aplicación de esta normativa estatal en la ciudad no penalice a las rentas más bajas, y para ello –ha explicado- hemos impulsado diferentes medidas”. El Ayuntamiento aprobará un nuevo título de la EMT, de carácter gratuito para las personas afectadas por las restricciones de movilidad, válido por dos años de plazo o hasta la compra de un vehículo, dentro de ese plazo”.
Carbonell ha concluido su intervención señalando la voluntad del Ayuntamiento de favorecer y apoyar al vecindario en la aplicación de la normativa, y ha explicado que se prevé habilitar en el futuro aparcamientos disuasorios a la entrada de la ciudad.
La oposición quiere sancionar ya a los conductores
Los dos grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Valencia, Compromís y PSPV-PSOE, han criticado la propuesta para regular las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
El edil de Compromís, Giuseppe Grezzi, ha considerado que la propuesta de ordenanza dada a conocer "confirma la renuncia de la alcaldesa, María José Catalá (PP), a cumplir el objetivo de las ciudades Misión de reducir las emisiones y los contaminantes para 2030 en un 80%". "Lo que Carbonell ha presentado como las normas definitivas de funcionamiento de la ZBE para 2028 es una recopilación de las excepciones que temporalmente han operado y operan en otras ciudades para hacer la transición hacia ciudades sin emisiones en un futuro cercano", ha añadido. "València se convertirá así en el cementerio de vehículos contaminantes que rechacen todas las ciudades de Europa. Los barrios del Grao, Cabanyal, Malvarrosa y Natzaret se convertirán, de nuevo de la mano del PP, en el aparcamiento de todos esos vehículos contaminantes y los que vengan de fuera", ha añadido el representante de Compromís.
Por su parte, la edil socialista María Pérez ha calificado de "mínimos" el borrador de la ordenanza para la ZBE y ha criticado que da "barra libre para seguir contaminando en todos los barrios de la ciudad hasta 2028", al tiempo que ha censurado que "además, no se sujeta en ningún estudio técnico". "El borrador de la ordenanza es un documento que no busca, en ningún caso, reducir la contaminación de esta ciudad", ha dicho Pérez, que ha señalado que ese "era o debería ser el principal objetivo".