Santiago Abascal pierde votantes y escaños a favor de Carlos Mazón

La decisión unilateral tomada por Vox de abandonar el Consell de la Generalitat plantea un panorama de incertidumbre para la legislatura de Carlos Mazón. Sin embargo, también abre la puerta a un gobierno más dialogante y a la posibilidad de que el PPCV refuerce su posición mediante acuerdos estratégicos con otras fuerzas políticas en Les Corts, especialmente con Compromís. Una decisión que enfrenta oportunidades y retos para el PPCV si las sabe aprovechar. Y que expide un acta de defunción para Vox firmada por Santiago Abascal.

La salida de Vox complica la estabilidad del ejecutivo de Carlos Mazón. El PPCV sigue necesitando el apoyo de Vox para mantener la mayoría absoluta en Les Corts. Sin embargo, si Vox le niega su apoyo, tal cual parece el “amago” de Llanos-Massó, la “lideresa-ultra” valenciana, el PPCV tendrá́ que buscar apoyos puntuales en otros partidos para aprobar leyes, decretos-leyes y los presupuestos; los inmediatos de 2025 en el próximo mes de diciembre. Esto puede generar un entorno político más inestable y exigir mayores habilidades de negociación por parte del PPCV.

Además, deberá́ gestionar en solitario algunas de las políticas que inicialmente habían sido acordadas con Vox. Esto incluye temas controvertidos como las reformas educativas y lingüísticas que ahora tendrán que ser replanteadas o moderadas para obtener el respaldo necesario.

Para afrontar ese escenario de inestabilidad, Carlos Mazón ha mostrado intención de buscar consensos más amplios, incluyendo a partidos como el PSPV-PSOE y Compromís, para sacar adelante proyectos clave en áreas como la sanidad y servicios sociales. Y en especial, la infrafinanciación y el déficit hídrico. Este enfoque puede ayudar a consolidar un gobierno más inclusivo y menos polarizado que pueda afrontar, entre otros, la renovación de las instituciones estatutarias.

El recién sometimiento de Santiago Abascal a Vícktor Orbán a partir de las elecciones europeas del pasado 9 de junio ha sido perjudicial para los valencianos. Ha tirado por la borda un Gobierno de coalición PPCV-Vox con un Programa Común de 50 puntos que funcionaba. Que se estaba ejecutando. Que aseguraba estabilidad política. Ahí se encuentra la dimensión de su tremendo error. Sin embargo, su salida del Consell “a la francesa” puede permitir al PPCV fortalecer su imagen centrista y distanciarse de aquellos “ultras” que se han tirado al monte. Esto podría resultar en una mayor aceptación y apoyo por parte de un electorado más amplio y moderado procedente en parte de Vox, que antaño emigró del PPCV y ahora regresaría a casa en futuras elecciones.

La cuestión que plantear es cómo afecta esa decisión al electorado de Vox y del PPCV. Y si es posible medirla. Durante los días 12 y 13 de julio, cuando la noticia afectaba a la opinión pública valenciana a través de su difusión por los mass-media, la empresa de estudios demoscópicos Data-10 estaba realizando el trabajo de campo para su tracking electoral en las tres provincias de La Comunitat para OK-Diario. Este medio digital lo publicó el pasado lunes día 15. Los resultados comparados con los del pasado 28 de mayo de 2023 presentan una imagen reveladora: el crecimiento del voto del PPCV a costa del de Vox.

Unos resultados que coinciden con los que ya avanzó ESdiario en el barómetro de primavera elaborado por Demoscopia y Servicios para ESdiarioCV entre el 20 y el 22 de marzo de 2024. En la encuesta electoral ya se mostraba el avance del PP de Carlos Mazón, que subiría 6 escaños hasta los 46 consiguiendo así la posibilidad de gobernar en solitario en un nuevo escenario de adelanto electoral ya que los populares sacarían más escaños que toda la izquierda junta y tan sólo le bastaría la abstención de Vox, que perdería cuatro diputados como apunta también el tacking recientemente publicado por el citado medio. 

En los cuadros nº 1 y nº 2 se presentan los resultados comparativos de la encuesta de Data-10. El bloque de la derecha en Les Corts permanece estable en voto, muy cercano al millón doscientos mil. Ese dato da a entender que el impacto en la opinión pública de la decisión de Santiago Abascal produce una redistribución del voto en el interior del bloque a favor del PPCV perjudicando a Vox. Mientras el PPCV gana 6 escaños y 62.347 votos, Vox pierde 4 escaños y 73.544 votos. Un mal balance para la tendencia de voto de los voxistas de La Comunitat.

En Les Corts y por bloques, esa redistribución favorece al PPCV que aumenta en 2 escaños a costa de la Izquierda que pierde 2. La razón de esa disminución de la izquierda se encuentra en la estimación de voto para Compromis, que pierde 4 escaños y 93.509 votantes; una pérdida no compensada por el aumento del PSPV en 2 escaños y con el mismo número de votantes que en 2023. Compromís pierde sin salir beneficiado el PSPV. Posiblemente esos votantes aumenten la abstención, que pasa en el estudio de Data-10, del 33% al 37% en un año.

Las noticias de la decisión de Santiago Abascal conformaron un determinado estado de opinión pública en la Comunidad Valenciana. Se producía un hecho insólito, no experimentado desde 1983. El gobierno de los valencianos se quebraba por una decisión tomada en la calle Bambú de Madrid, la sede madrileña de Vox. La rápida reacción de Carlos Mazón esa noche impidió que el Consell entrara en un túnel de inestabilidad preocupante.

Pero su impacto en la opinión pública pudo ser medida por el estudio demoscópico de Data-10 no pensado para la ocasión, pero que por casualidad coincidió en esas fechas. Y el resultado es revelador: Santiago Abascal pierde votantes de Vox a favor de Carlos Mazón. Se abre una nueva fase de su Legislatura, donde las decisiones a tomar están aún por venir. A pesar de las “prisas” de Diana Morant y Baldoví en que Carlos Mazón decida un adelanto electoral, que vistos los números ambos saldrían bastante mal parados.