Rafa Mir llega esposado a los juzgados para prestar declaración sobre la presunta agresión sexual
Al futbolista del Sevilla, cedido en el Valencia, podrían imputarle varios delitos tras conocerse, poco a poco, los detalles de la noche que le ha llevado a pasar varios días en el calabozo.
Rafa Mir, futbolista del Sevilla cedido en el Valencia C.F., que este lunes fue detenido por una presunta agresión sexual, ha llegado esta mañana, tras pasar dos noches en el calabozo de la Guardia Civil, a los juzgados de Llíria para prestar declaración sobre lo ocurrido esa noche. Esta misma mañana, su abogado, Campaner, conocido por haber llevado algunos casos mediáticos como el Caso Noós o la muerte de Ángel Nieto, ha afirmado, de manera rotunda, que todo lo que ocurrió en casa del futbolista fue consentido.
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El jugador del Valencia Rafa Mir, detenido por un presunto delito de agresión sexual
Agustín Díaz
Hace unos minutos, la expectación a las puertas de los juzgados de esta localidad valenciana era máxima, tanto por parte de los medios de comunicación, como por los vecinos de la zona que aguardaban, asomados al balcón, la llegada del jugador. En estos momentos Mir se encuentra contándole su versión de los hechos a la jueza, Ana Magraner.
A medida que van pasando las horas se van conociendo más detalles de aquella noche que le podría costar la carrera, y quién sabe si algo más, al futbolista del Valencia. Según cuenta Levante EMV, Rafa habría tenido sexo consentido con una de las jóvenes y agredió, presuntamente, a la otra tirándola a la piscina y realizándole tocamientos sin su consentimiento. Tras salir ambos de la piscina, el jugador se la habría llevado al baño a la fuerza donde la habría agredido por segunda vez. La chica grita mientras Mir la agrede y la otra chica, con la que el jugador habría tenido sexo consentido, le recrimina la acción al futbolista, a lo que su amigo la golpea en los labios provocándole lesiones. Finalmente, Mir tiró a ambas mujeres de su casa y un vecino, que fue el que alertó a la Policía Local de Bétera, se encuentra a las jóvenes semidesnudas en la calle.
Las jóvenes, que en un primer momento no querían denunciar por miedo a no ser creídas, llaman sus padres, que las llevan al Hospital La Fe de Valencia y es el momento en el que se activa todo el protocolo pertinente.