Estos son los puntos negros de Valencia con más accidentes de tráfico
El Ayuntamiento de Valencia audita por primera vez los cruces y puntos con más siniestrabilidad para activar medidas para conseguir frenarla.
Valencia ha realizado la primera auditoria de los cruces y puntos con mayor siniestrabilidad o problemática de la ciudad para detectar las situaciones negativas y tomar medidas para conseguir frenar los accidentes, así como su gravedad. “Hasta la fecha no se había realizado este tipo de estudios específicos, que son similares a los que realiza el Estado. El objetivo es identificar la deficiencias y omisiones al tiempo que se determinan las posibles soluciones a corto y largo plazo. Además, si las medidas funcionan se podrán extrapolar a otros puntos de la ciudad”, ha explicado el concejal de Policía Local y Movilidad, Jesús Carbonell, durante la presentación de este estudio que ya fija alguna de las medidas a tomar.
Carbonell ha señalado que los auditores han trabajado tomando en consideración los datos de Policía Local y el Centro de Gestión de Tráfico junto a un exhaustivo trabajo de campo. Para realizar las primeras auditorías “los criterios para elegir los enclaves a auditar han sido la accidentabilidad significativa desde 2012, problemática en la interacción entre las personas usuarias más vulnerables (peatones, bicicletas, vehículos de movilidad personal...) y el resto de los usuarios de la vía (transporte público, vehículos privados...)”. También se tenido en cuenta que haya habido reclamaciones de mejora de la infraestructura por parte de la ciudadanía, y que las soluciones técnicas sean extrapolables a otras infraestructuras asimilables de la ciudad.
El estudio ha sido realizado por un equipo técnico acreditado por la legislación estatal de carreteras y siguiendo un procedimiento similar al empleado por el Ministerio en sus auditorías de seguridad vial, se orientaron hacia el análisis tanto de las características fundamentales de la infraestructura como del comportamiento de los usuarios con el fin de revisar los aspectos relacionados con la seguridad en la circulación con el nivel de detalle suficiente y en relación con la normativa aplicable en cada caso.
En el estudio ya finalizado, asegura Carbonell “también se ha identificado, de manera justificada, las deficiencias y omisiones que pueden comprometer la seguridad de la circulación identificando la magnitud del riesgo que originan. Y una vez con toda la información poder definir posibles soluciones a los problemas que haya identificado tanto a corto/medio plazo (por ejemplo, soluciones susceptibles de ejecución mediante mejora de señalización, de pavimentos, de regulación de intersecciones…) como a largo plazo (por ejemplo, cambios en la infraestructura)”.
“Además también se ha puesto especial énfasis en obtener soluciones de carácter extrapolable al resto de la ciudad para aquellos emplazamientos donde se repita un problema de seguridad vial”, apunta Carbonell.
Carbonell ha señalado que “ahora se van a analizar las propuestas para ir implementándolas en el próximo año, algunas son más complejas y otras podrán ponerse en marcha de inmediato”.
Plaza Zaragoza
De los accidentes con víctimas que se han producido en plaza Zaragoza durante el periodo analizado, en un 46% están implicados turismos, en un 26% motocicletas y en un 24% usuarios vulnerables (ciclistas, VMP y peatones).
Una de las mayores problemáticas detectadas en esta rotonda semaforizada con carril bici son los trenzados a la hora de salir de la glorieta hacia los ramales, donde se generan colisiones y situaciones de peligrosidad; así como la acumulación de vehículos sobre el carril bici en salidas donde el semáforo queda en ámbar para el tráfico a motor y verde para peatones y ciclistas. Se propone como solución principal señalizar carriles para canalizar los movimientos de los vehículos y lograr un correcto posicionamiento de los mismos.
Otras soluciones pasan por cambios en la regulación semafórica y pequeñas modificaciones de trazado del carril bici para generar zonas de acumulación y mejorar la interferencia con peatones, así como mejorar la visibilidad y el firme en algún punto.
Cardenal Benlloch - Blasco Ibáñez
De los accidentes con víctimas que se han producido en Cardenal Benlloch con Blasco Ibáñez durante el periodo analizado, en un 49% están implicados turismos, en un 24% motocicletas y en un 20% usuarios vulnerables (ciclistas, VMP y peatones).
En cuanto a la intersección, actualmente existe un modelo de cruce tipo rotonda partida semaforizada y con carril bici en los dos ejes que la intersectan y las mayores dificultades se generan en los trenzados de salida hacia los ramales y en las altas velocidades de los automóviles. Una propuesta de solución pasa por señalizar los carriles y canalizar los movimientos de los vehículos. También se plantea cambiar la configuración de la rotonda partida a una rotonda normal, medida que se incluirá en los presupuestos de 2025.
Además de lo anterior también se proponen cambios en la regulación semafórica, replicar mediante iluminación y bandas de led en calzada el estado de semáforos en el paso de peatones de Clariano, el refuerzo de la señalización del carril bici central y la mejora de la visibilidad mediante poda y recolocación de MUPIS.
Cardenal Benlloch - avenida del Puerto
De los accidentes con víctimas que se han producido en Cardenal Benlloch con avenida del Puerto durante el periodo analizado, en un 44% están implicados turismos, en un 29% motocicletas y en un 17% usuarios vulnerables (ciclistas, VMP y peatones).
En este modelo de intersección en cruz semaforizada donde existe presencia de transporte público y carril bici de diferente tipología en los dos ejes que la intersectan, uno de los mayores problemas son las colisiones entre los vehículos que apuran la marcha cuando el semáforo está en ámbar y los que salen antes de tiempo al ver parpadear el semáforo de los peatones/ciclistas. La propuesta de solución consistiría en este caso en evitar la coincidencia de estas fases semafóricas y, también, en colocar viseras en los semáforos de peatones para ocultar la fase semafórica a los vehículos.
Otro conflicto es la ocupación del carril bici por parte de los vehículos que provienen de avenida del Puerto y van hacia Cardenal Benlloch. Las soluciones pasarían por canalizar el giro con señalización y mejorar la visibilidad del cruce retirando el mobiliario que dificulta ver con antelación a las personas usuarias del carril bici.
También se generan situaciones de peligrosidad en el giro de Eduardo Boscá hacia la avenida del Puerto, por lo que se propone señalizar los carriles y marcar la dirección para evitar los cruces indebidos.
Se plantea, a su vez, trasladar la marquesina de la EMT de avenida del Puerto y aumentar la longitud de parada para mejorar la seguridad peatonal evitando así bloquear el paso de peatones transversal, estrechar los carriles para calmar el tráfico y evitar los excesos de velocidad, modificar la señalización vertical para aclarar las direcciones de cada uno de los carriles buscando un correcto posicionamiento de los vehículos y generar puntos de almacenamiento de bicis en la infraestructura ciclista.
Gran Vía Fernando el Católico - Ángel Guimerá
De los accidentes con víctimas que se han producido en la Gran Vía Fernando el Católico con Ángel Guimerá durante el periodo analizado, en un 36% están implicados turismos, en un 29% motocicletas, en un 18% autobuses y en un 15% usuarios vulnerables (ciclistas, VMP y peatones).
En la mediana de la Gran Vía se encuentra uno de los accesos a la estación de Metrovalencia de Ángel Guimerá –una de las más concurridas-, con lo que el flujo de peatones es grande y constante, y se han generado situaciones de peligrosidad con atropellos. Se propone ejecutar dos nuevos pasos de peatones (uno por sentido) para aliviar la presión del existente, modificando la regulación semafórica. Estos pasos se ubicarían a unos 15 metros del anterior y alineados con la entrada a la boca de metro.
Otro punto conflictivo es el tramo de Ángel Guimerá, entre Guillem de Castro y la Gran Vía, pues muchos ciclistas y usuarios de VMP utilizan el carril EMT-Taxi para incorporarse a la Gran Vía. Es un punto donde, además, algunos vehículos realizan maniobras de giro hacia esta misma Gran Vía desde el carril izquierdo de Ángel Guimerá cruzándose con autobuses que realizan su itinerario en recto.
Una propuesta de solución sería prohibir el giro a la derecha de vehículos por Ángel Guimerá, entre Guillem de Castro y la Gran Vía, a excepción de los autobuses de la EMT y de los taxis. Este giro hacia la Gran Vía desde la Calle Guillem de Castro, se puede realizar por las siguientes calles: calle Jesús, calle Gandía, calle del Maestro Palau, calle de Simón Ortiz y calle Quart.. Otra solución sería crear un carril único para todos con avance para bicis para evitar el trenzado; o una ciclocalle junto con el carril EMT-taxi también con avance para bicis.
En esta intersección se plantea, además, reforzar la señalización horizontal de destino de los carriles para giro, mejorar la visibilidad mediante la poda de setos, calmar el tráfico mediante cinemómetros e instalar controles foto-rojo para comprobar el cumplimiento de la detención de vehículos en los pasos de peatones semaforizados.
Por último, sobre el carril bici de Fernando el Católico, se traslada la conveniencia de reforzar la señalización ciclista para alertar sobre la presencia de bicicletas y VMP en todo el ancho del carril BUS bici compartido en atención a la Guía de recomendaciones para el diseño de infraestructura ciclista del Ministerio de Transportes y comunicar y dar difusión a los itinerarios ciclistas alternativos ya existentes en el entorno.
Interrelación carriles bici con peatones
La auditoría, por último, ha hecho balance de las ventajas e inconvenientes de la ubicación de los carriles bici cerca de las paradas de autobús y propone, cuando el carril discurre por delante de las marquesinas, reforzar la señalización, y cuando lo haga por detrás de éstas, mejorar la visibilidad en el acceso peatonal a las mismas. Asimismo, se estudiará la posibilidad de colocar semáforos para ciclistas activados ante la presencia de un autobús detenido o en la aproximación a paradas con elevada demanda peatonal.
También se ha observado que se generan conflictos en el momento en que los peatones han de cruzar el carril bici para acceder a los contenedores de residuos. Se plantea, en este caso, alcanzar un espacio de separación viable entre el carril bici y los contenedores, y señalizar pasos de peatones transversales suficientemente seguros.
Próximos pasos
La Delegación de Movilidad ejecutará las actuaciones de señalización, de regulación semafórica y de mejora de accesibilidad y visibilidad propuestas en el siguiente ejercicio así como el proyecto de transformación de la glorieta de Av. Blasco Ibáñez – Cardenal Benlloch.
Asimismo, analizará la movilidad de los peatones alrededor de las paradas de autobús para determinar un criterio de señalización tanto horizontal, como vertical o mediante semáforos en función de la intensidad. De forma paralela, se llevará a cabo un proyecto piloto de instalación de semáforos con detección de peatones que suban y bajen del autobús para alertar o frenar el carril bici en aquellas ubicaciones donde la elevada intensidad peatonal lo aconseje.
Además de lo anterior, se estudiará también la movilidad en aquellos puntos de cruce conflictivos entre peatón y carril bici que han sido objeto de petición por parte de la policía local o de los ciudadanos para analizar la conveniencia de reforzar la señalización horizontal, vertical o con semáforos. Se realizará seguimiento y evaluación de los resultados de accidentabilidad después de acometer las actuaciones propuestas.
Durante los próximos años se seguirán realizando este tipo de auditorías de seguridad vial en los puntos más conflictivos de la ciudad con el fin de garantizar la seguridad en la circulación de todos los usuarios de la vía.