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Muñoz para sus vergüenzas… ¿pero Baldoví?

La causa está en el seguimiento a pies juntillas del argumentario de Ferraz y la Moncloa

Joan Baldoví, portavoz de Compromís

Joan Baldoví, portavoz de CompromísCorts Valencianes

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La sesión de control del Consell, todo un esperpento de la mano de la izquierda centralista y nacionalista. El pasado jueves, Muñoz y Baldoví protagonizaron una de las sesiones más lamentables en lo que va de Legislatura cuando les tocó el turno de preguntas al presidente Carlos Mazón sobre la situación de la Comunitat y las acciones del Consell. Como es habitual, en el síndico de la sucursal valenciana del PSOE trató de lo que no tocaba, en este caso de supuestas paternidades políticas. Sentada la premisa mayor de si el presidente Zaplana ha sido condenado por corrupción, y Mazón es “su hijo político”, entonces es sospechoso de corrupción. El mismo silogismo aristotélico lo hacía extensible a todo el Consell. Vamos, todo un atrevimiento.

En el caso del presidente, el argumento de  Muñoz se fundaba en que sus funciones como director general de seguridad industrial que fue hace dos décadas incluía las ITV valencianas, y si el Zaplana había sido condenado por el supuesto “pelotazo” de la privatización de las ITV, entonces “algo había tenido que ver”. Con una escenificación que recordaba las "mejores" épocas de TVE, Muñoz extendía la sospecha amagando una “cuestión de fechas” que lo invalidaba. Entre el nombramiento de ese cargo público y la resolución de las adjudicaciones pasaron escasamente dos meses…Ergo: ¿desde cuándo la resolución de una adjudicación administrativa dura tan escaso tiempo gestionada en la SGA con apertura de plicas? Inaudito y atrevido.

Pero está la cuestión del registro civil. Muy difícil es asignar filiaciones políticas ad hominem en política. ¿Es que Muñoz se considera hijo político de González? ¿O el grupo al que pertenece, los “pelayos”, se consideran herederos de Lerma? Y si así fuera… ¿desde cuándo los hijos pagan los supuestos errores de los padres? ¿o han de verse obligados a responder de los desvaríos de sus progenitores? ¿Qué tendrán que ver las supuestas manos manchadas de cal viva de Felipe González con el lenguaraz Muñoz? Creo que nada. Entonces, ¿a qué viene montar tal performance? La cuestión por responder es porque Muñoz utiliza su momento en Les Corts para andar por esos cerros de Úbeda como diría un castizo. La causa está en el seguimiento a pies juntillas del argumentario de Ferraz y la Moncloa.

Han dado la orden de defensa atacando y embarrando la política donde se puedan generar noticias para enredar

Efectivamente, a través de sus voceros mediáticos, ministeriales, y territoriales como es el caso, afrontan los supuestos casos de corrupción que alcanzan al PSOE y a su secretario general, Pedro Sánchez, tapándolos con el “y tu más” y así desviar la atención pública. Y si hace más de una década les fue bien, pues ahora les puede funcionar. Pero entonces no gobernaba, encontrándose en expectativa de destino. Se trata de tapar los casos que le agobian y cercan la Moncloa. Los incurridos en procedimientos como los de Tito Berni, Koldo y Ábalos, Jessica, Begoña Gómez, Barrabés y Aldama, el fiscal general del Estado. Nunca tantos casos se habían dado en tan poco tiempo afectando al inquilino de La Moncloa y dueño de las llaves de la calle Ferraz. Nunca les pasó con esa intensidad ni a González, ni a Zapatero. Una intensidad que le tendría que hacer pensar en irse y renunciar a ambas magistraturas.

Pero han dado la orden de defensa atacando y embarrando la política donde se puedan generar noticias para enredar. Ejemplos, la presa fácil que saca de sus casillas al matrimonio de La Moncloa es la presidenta Ayuso por los fraudes a la hacienda pública de su novio, cuando su única culpa es dejar su cepillo de dientes en casa del susodicho. O la subida en aquel barco de hace dos décadas del presidente Feijóo. O en este caso, la indagación de Muñoz en los apuntes del registro civil del presidente Mazón. Es forzar silogismos aristotélicos tratando de rebobinar la moviola en dos décadas y sacar de dónde no hay.

Pero si al síndico del grupo socialista le asiste la estrategia que le marcan desde la calle Feraz y la sucursal de la calle Hospital, ¿qué hace el de Compromís diciendo lo mismo? Parece que al portavoz Baldoví también le gusta husmear en los registros de paternidad y tapar los pecados del PSOE. No se trata en este caso de tapar los errores de las políticas del Consell del Botànic. Se trata de tapar los errores del PSOE y las malas artes del inquilino de La Moncloa que perjudican los intereses de la Comunitat. Sólo hay que leer el memorándum de los 56 motivos que constituyen la posición acreedora de la Generalitat frente al gobierno de España entregado por el presidente Mazón al presidente Pedro Sánchez el pasado 4 de octubre … Entonces, ¿qué pinta Baldoví en esa perfomance socialista?

Nunca tantos casos se habían dado en tan poco tiempo afectando al inquilino de La Moncloa y dueño de las llaves de la calle Ferraz

Se trata de oportunismo. Si les fue bien electoralmente hace ya más de diez años escampar el halo de sospecha sobre los populares por motivos de corrupción, construyendo todo aquel lawfare, entonces, ¿por qué no repetir la operación? A río revuelto, ganancia de pescadores parece ser el motivo de Baldoví. Pero en Sueca no hay mar, y si pescan es de lo que queda en la Albufera. En Compromís tienen cosas que esconder y callar. Pregúnteselo a Pere Mayor, candidato a las europeas por JuntsxCat y exsecretario general del Bloc. No saquemos a pasear paternidades, que los registros los carga el diablo.

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