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Una decisión real… y acertada

Tomar decisiones, saber mandar y hacerse obedecer, son las claves para afrontar el tremendo reto de liderar la reconstrucción de las zonas afectadas por la riada del 29-O

El teniente general, Francisco Gan Pampols .UCV

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Pablo Salazar preguntaba este martes en Las Provincias, “¿Quién asesora al Presidente Mazón?”. Un cúmulo de errores en la toma de decisiones de su entorno político carga sobre sus espaldas desde la mañana del 29-O. Seguramente le habrán aconsejado leer clásicos valencianos, de esos que suelen regalarse a las amistades una vez ojeados, leídos o citados en Cortes Valencianas para dar lustre a las intervenciones. Pero le han faltado ciertas lecturas a recomendar.

Si es racional el argumento de Salazar, que lo es, con toda seguridad no le habrán recomendado leer “El arte de mandar bien” escrito por el teniente general Francisco José Gan Pampols y publicado hace dos años por Plataforma Editorial. Un buen libro para recomendar a los colaboradores, escrito por un militar, intelectual y licenciado en ciencias políticas. Ofrece en su libro ejemplos de cómo mejorar la capacidad para dar órdenes y hacerse obedecer. Con un lenguaje muy comprensible, da claves muy necesarias para un liderazgo de corte humanista y de inspiración miliciana. Es doctor “honoris causa” por la Universidad Católica de Valencia.

Tomar decisiones, saber mandar y hacerse obedecer, son las claves para afrontar el tremendo reto de liderar la reconstrucción de las zonas afectadas por la riada del 29-O con total entrega a la sociedad y con un profundo sentido del servicio. Un perfil típico de la milicia, que ha llevado al teniente general jubilado a ser nombrado Vicepresidente de la Generalitat para afrontar el desafío de la reconstrucción económica, social y estructural de la huerta de la Albufera.

El momento político requería el nombramiento. Las consecuencias del 29-O han provocado el desplazamiento de una parte significativa de la opinión pública valenciana hacia posiciones radicales, que puede extenderse en mayor o menor medida a todo el territorio nacional. Ideológica y electoralmente, tanto en el espacio Conservador hacia Vox y SALF, como en el Progresista hacia Compromís y Podemos. Cuatro formaciones políticas antisistema, acomodados en la “bronca callejera”, pero que ahora canalizan la actual ira y el dolor causados por los efectos de la DANA. Un efecto perjudicial para el PPCV y el PSPV-PSOE, las dos únicas formaciones con capacidad de garantizar la gobernabilidad de las instituciones valencianas de autogobierno. Que les obliga a entenderse para su propia supervivencia, y lo que es más importante: para recuperar la confianza de la opinión pública en las instituciones políticas.

Se trata de un desplazamiento muy peligroso hacia los extremos políticos e ideológicos en tanto refleja una desafección al sistema constitucional. Solo hay que reflexionar sobre lo ocurrido en Paiporta. O en los altercados frente al Ayuntamiento de Valencia. Un escenario que aboca a la ingobernabilidad del Consell a largo plazo de persistir la situación. Es por ello por lo que un militar, que no se casa con nadie, leal a la Constitución, que ha demostrado su capacidad en Bosnia, Kosovo, Afganistán, en la base de Bétera mandando la fuerza de intervención de la OTAN, o dirigiendo la inteligencia militar en el estado Mayor del Ejercito es una decisión acertada para afrontar la reconstrucción pendiente. Y que podrá mandar y desarrollar su labor que va con tiempo, pues supera una Legislatura de Cortes Valencianas.

Me malicio que habrá tenido algo que ver la Casa Real en el asunto. Es su misión constitucional garantizar el equilibrio entre las instituciones del Estado. Con lo que hay, el que ambos partidos constitucionales, PP y PSOE, acepten que un militar de lealtad demostrada como la del teniente general Francisco Gan Pampols que asume el desafío de liderar la reconstrucción, hace pensar que la recomendación real, si la ha habido, ha sido acatada. Una decisión que en tiempo de incertidumbre hace intuir que, tomar decisiones y saber mandar es la certeza del éxito. En el Horta Sud y Oest esperaban el miércoles día 30-O a “los uniformados”. Una decisión real y acertada.