Piqué sigue en sus trece con Cataluña y la furia contra el Real Madrid

¿Ha conseguido apagar el fuego de la polémica Gerard Piqué con su rueda de prensa o sólo lo ha avivado mucho más? Las opiniones son encontradas porque el jugador del Barça y de la selección española, adherido a la iniciativa Guanyarem, ha dado una de cal y otra de arena.

La primera intención de Piqué ha consistido en evitar que la inquina desatada entre parte de la afición y entre algunos de los propios miembros de la selección pueda caer sobre la Roja.

Pese a declarar que es "un hombre feliz" que ayer fue "a buscar setas", Piqué intentó taponar la herida asegurando que "con Sergio Ramos tengo la mejor relación desde que debuté en la selección".

El jugador, que aseguró no haber querido faltar al respeto a nadie, pidió que le piten cuando vaya al Bernabeú en virtud de la tradicional rivalidad con el Barça y porque esos pitos son "sinfonía" para él, pero no en lo que respecta a la selección, a la que pidió que dejen al margen.

Piqué, sin embargo, se vino arriba al manifestar que él vestía la camiseta española porque quería y no por prestigio o dinero, ya que ganaba "cincuenta veces más" en el equipo barcelonés, donde era titular prácticamente en todos los partidos y que contaba con un palmarés de triunfos sin parangón.

"No me arrepiento de nada", afirmó sobre sus "bromas" respecto al Real Madrid, reafirmándose en que "no voy a pedir perdón". "Yo quiero que el Real Madrid pierda siempre", apuntó también.

El jugador confirmó su presencia en la Diada y justificó su adhesión a Guanyarem por el apoyo dado por el "deporte catalán" a lo largo de toda su carrera. "La situación es complicada pero la historia dice que se ha de escuchar a la gente. El 27-S es un día para ir a votar y esos resultados se han de leer y entender porque se está hablando de dos millones de personas y vale la pena escucharlos", fue su respuesta sobre las elecciones catalanas.