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El Barça no aparece en la fiesta de un humilde pero mejor Villanovense

En Villanueva de la Serena querían dar guerra al Barça y vivir la fiesta hasta el final, y lo lograron. Un Romero Cuerda lleno hasta los ampliados topes y un valioso empate contra los culés.

El Barça no aparece en la fiesta de un humilde pero mejor Villanovense

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El CF Villanovense logró este miércoles un valioso empate ante el FC Barcelona (0-0) en el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, en un Romero Cuerda lleno hasta los ampliados topes y en una fiesta que fue completa al dominar los locales buena parte del partido ante un Barça desaparecido hasta el final, cuando sí tuvo ocasiones para irse con triunfo a un partido de vuelta que estará abierto.

En Villanueva de la Serena querían dar guerra al Barça y vivir la fiesta hasta el final, y lo lograron. Pese a las bajas y a las rotaciones, que hicieron que Bravo, Piqué, Busquets, Neymar y Suárez se quedaran en Barcelona, el Barça puso un equipo mixto entre jugadores del primer equipo y los del filial que no pudo superar a un Villanovense que, crecido, llegó a tener ocasiones para inaugurar el marcador.

Al final sufrió el equipo extremeño, cansado por el esfuerzo extra al que se sometió para anular al Barça y luchar el balón. En los minutos finales, pese a que el entrenador, Julio Cobos, realizó los tres cambios el aguante de los locales se terminó. Ahí apareció el Barça, con el canterano Aitor Cantalapiedra como refresco, y dispuso de buenas ocasiones para quitar el empate del marcador, aunque sin frutos.

El empate deja obviamente más contento al Villanovense, que lo festejó casi como una victoria con los prácticamente 11.000 espectadores que llenaron el ampliado aforo del Romero Cuerda, cuya césped recién cambiado no estuvo a la altura del partido. El patatal fue considerable, pero no es excusa para que el Barça no encontrara en ningún momento la manera de anular a los locales y de imponer su ´a priori´ superior juego, que no lo fue.

De hecho el primer disparo del partido fue de Moraga, y la última ocasión del encuentro fue un córner a favor de los locales. Si bien el Barça fue superior al final, con un Sandro muy activo que llegó a disponer de hasta tres ocasiones, el cómputo global del partido dejó la sensación de que si el Villanovense hubiera ganado la sorpresa hubiera sido máxima pero merecida.

Y es que los extremeños llegaron a enviar un balón al larguero. En el minuto 41 Javi Sánchez remató de espuela y pilló desprevenido a la defensa blaugrana y a Jordi Masip, que solo pudo que mirar cómo el balón se estrellaba en el larguero, su gran aliado, tras un saque de esquina. También Elías en el ´19 y Pajuelo en el ´78 dispusieron de buenas ocasiones. No llegó el gol, pero irán al Camp Nou con un empate que les deja vivos.

El mejor del Barça fue el canterano Kaptoum, que movió los hilos del equipo hasta que Luis Enrique decidió cambiarle por Aitor Cantalapiedra en el minuto 64. Quitó al mejor del centro del campo pero la verdad es que Aitor fue un revulsivo desde el extremo en el ataque blaugrana, estando cerca de marcar en el que fue su debut oficial.

Pero nunca el Barça, más allá de los disparos altos de Sandro y de Aitor, tuvo el partido en sus manos. Ni Samper ni Gumbau, quien últimamente le está ganando terreno en las apuestas sobre quién acabará subiendo al primer equipo, estuvieron finos en la creación y no mostraron los detalles que sí dio Kaptoum. Tampoco Munir aprovechó una nueva oportunidad de reivindicarse, siendo mejor de nuevo, aunque sin fortuna, Sandro. No acertó tampoco Luis Enrique con Adriano como extremo izquierdo, desaparecido.

Así, con los jugadores del Villanovense empapándose del gran ambiente que había en su casa desde dos horas antes del partido, y pese a haber trabajado algunos de ellos previamente al partido, los nervios no pudieron con ellos. Todo lo contrario, salieron más motivados que el Barça, sacando fuerzas de flaqueza, y bien pudieron haber logrado el triunfo.

La Fiesta Mayor en la que pretendían convertir el partido los locales fue un éxito, una pesadilla casi para el Barça, que ahora en el Camp Nou no tendrá margen de error y deberá salir a por todas. Veremos si con tantas o con menos rotaciones, los de Luis Enrique deberán afinar su puntería, tener más el balón y distribuirlo con mayor rapidez y precisión. En definitivo, hacer un lavado de imagen si no quiere que el Villanovense, undécimo en el grupo cuarto de la Segunda División B, dé la campanada.