El catálogo de "traiciones" de Florentino a Benítez sale a la luz
La gestión del presidente del Real Madrid en los sucesos que llevaron al cese del técnico no está libre de acciones que le colocan en una situación comprometida y con responsabilidades.
La salida de Rafa Benítez como entrenador del Real Madrid sigue revoloteando en torno a Florentino Pérez, al que algunos señalan como principal responsable de todo lo sucedido. El presidente del Real Madrid, una vez más, se encuentra en la picota y la sensación general es que todos sus desvelos se dirigen, más que en potenciar al club, en salvar sus propios muebles.
El affaire Benítez, desde luego, ha sido una prueba de fuego de la que Florentino ha salido con plomo en las alas. Una vez más, el donde dije digo, digo Diego ha dejado en evidencia al presidente del club. Y con esos mimbres no faltan quienes señalan a Florentino por sus "traiciones" y su doble juego a Benítez.
En un artículo publicado por Sport, el diario barcelonés apunta varias de esas puñaladas por la espalda al técnico saliente. El peculiar Juego de Tronos de Florentino, lidiando entre sus propios intereses y su propia imagen y la necesidad de contentar a las estrellas del vestuario, remató a Benítez, que tampoco estuvo muy certero en sus elecciones.
Claro que, según Sport, el entrenador tuvo las manos atadas desde el primer día. El presidente le prometió capacidad de decisión en los fichajes; en la realidad, fue inexistente. No sólo eso: le obligó a colocar a algunos jugadores en posiciones que Benítez no quería para aplacar sus propios intereses.
El caso más sonado fue el de Gareth Bale, jugador que en agosto anunció su intención de marcharse al Manchester. El fichaje de Bale, tipo que no se ha tomado la molestia de integrarse lo más mínimo en el club, ya fue discutido en su momento. Ahora Benítez, que no le quería, veía abierta una puerta para seguir el viejo dicho de "a enemigo que huye, puente de plata".
No hubo tal porque Florentino no podía tolerar que Bale se marchara. Así que engatusó al jugador tratándole como un "imprescindible" de la plantilla. Y eso se concretó en que, por orden directa, Benítez le tuvo que colocar como mediapunta. Había que mimar al galés para que no cogiera la puerta. A día de hoy, y según las últimas informaciones, Bale sigue pensando en dejar el Real Madrid.
Otro tanto sucedió con las peticiones de fichajes, que sólo se concretaron en Kovacic.
Pero la cuestión más sangrante fue la de James Rodríguez, cuyos desplantes a Benítez fueron amparados por Florentino. El técnico, que tampoco era un dechado de diplomacia, se enganchó con el colombiano, niño mimado del presidente, hasta límites en que no había vuelta atrás. En la lucha ganó James, que contaba con apoyo presidencial. Cualquier intento de disciplina fue frenado por Florentino.
Un ejemplo: en vísperas del clásico apareció con retraso y en un estado físico que dejaba ver a todas luces que no estaba en condiciones de jugar. Benítez no le convocó. Pero Florentino exigió su presencia, que se demostró inexistente durante el partido.
Y la última de las traiciones, la que más ha escocido a Benítez según su entorno, fue el cese por sorpresa, sin anuncio privado previo, realizado por Florentino.