El Valencia le abre la puerta a Benítez ante la crisis de Neville

La salida del entrenador del equipo ché, Gary Neville, parece inminente aunque algunos comentaristas deportivos mantengan que al inglés lo trajo el presidente del club, Peter Lim, y él será quien le retire del equipo si el próximo partido contra el Betis no deja mejores sensaciones. La afición del Valencia se despachó con los jugadores a los que increpó con insultos y comentarios tras el partido de Copa contra el FC Barcelona pero lo cierto es que el entrenador asume parte de la culpa por los 11 partidos que llega el equipo sin ganar. A su intención de "no dimitir" se suman las declaraciones que hizo sobre los cánticos que la grada del Camp Nou le dedicó al exmadridista Cheryshev: "No se estaban riendo de él para nada, se burlaban de la situación. No creo que haya sido contra el jugador...", dijo en rueda de prensa.

Unas palabras que aumentaron el rechazo de los aficionados que ya habían puesto en duda su capacidad para manejar al equipo cuando Nuno dejó el banquillo. El 7-0 de los culés dejó sin red al inglés mientras se rumorea que en el Valencia tantean a Rafa Benítez como sustituto. El director deportivo del club estableció contacto con el extécnico madridista para calmar los ánimos de la afición que ve con buenos ojos la incorporación de Rafa.

El silencio de Rafa asegurado por contrato

De producirse este acuerdo no sería hasta la próxima temporada. De momento, Benítez se recupera de las heridas morales de su salida del club blanco y mantiene silencio oficialmente. Ya ha pasado un mes desde que Florentino Pérez nombrara a Zinedine Zidane como alternativa y todavía no se conocen los detalles sobre cómo se produjo el adiós del técnico. No se sabrán hasta el 30 de junio del 2016 cuando finalice la supuesta cláusula del contrato que protege las espaldas del Real Madrid. Hasta entonces el entrenador tiene prohibido hablar mal de jugadores o directivos.

El entorno más cercano del técnico sí reveló cómo fueron las 48 horas siguientes a su destitución. No cogió el teléfono a nadie y guardó celosamente los mensajes de algunos componentes de la plantilla que le agradecieron su trabajo. Cuando al día siguiente fue a la Ciudad Deportiva a recoger sus pertenencias comprobó que no estaban en la taquilla y que su despacho ya había sido ocupado por el nuevo entrenador.

De momento, Benítez recupera el tiempo perdido con su familia en su casa a las afueras de Liverpool y escucha ofertas aunque su decisión es esperar.