El culebrón de Fábregas: estafa inmobiliaria, celos y su novia modelo en apuros
El jugador del Chelsea podría terminar dando explicaciones de su vida personal ante la más alta instancia de la justicia británica por entrometerse en el divorcio de la madre de sus hijos.
Poco le ha importado al futbolista Cesc Fábregas que su actual pareja, Daniella Semman, le haya arrastrado hasta el mismísimo Tribual Supremo de Reino Unido por culpa de un exmarido rencoroso. El jugador sigue tan enamorado de la curvilínea libanesa como el primer día a juzgar por el recado que le dejó en las redes sociales con motivo de la celebración del Día de la Madre en Reino Unido: "Feliz Día de la Madre a la mejor madre que mis hijas podrían tener. Te queremos mucho @daniellasemaan", escribió.
El trasfondo es claro, estamos juntos en esto, viene a decir al mundo el catalán después de que la demanda por estafa presentada por Elie Taktouk, el empresario también libanés todavía marido de Daniella, haya prosperado ante la justicia británica. Según Taktouk, su mujer vendió el piso donde residía la familia a la empresa de su novio futbolista, Zirrintza S.L., por 6,6 millones de euros, cuando el precio de mercado se situaba rozando los 9,1 millones. Es decir, el magnate habría perdido 2,5 millones de euros en favor de ella y del jugador, que intervino claramente para ayudarla. Ahora, la Corte Suprema ha dado la razón al exmarido y ha establecido que tiene derecho de apelación.
Taktouk: "Cecs Fábregas me robó a mi esposa"
El culebrón viene de lejos. Cesc Fábregas conoció a la madre de sus dos hijas en 2011 cuando todavía estaba casada con el empresario inmobilario. Un autógrafo para el pequeño Joshep, de 10 años y segundo hijo del primer matrimonio de ella, cruzó las vidas del centrocampista del Chelsea y la guapa Daniella de 40 años en el restaurante Nozomi. Además del autógrafo, Fábregas se las apañó para asegurarse de que le llegaba su teléfono. Apenas unos meses después, el futbolista, por aquel entonces del Arsenal, puso fin al noviazgo con Carla Dona, su novia de toda la vida, para dejar hueco en su vida y en sus vacaciones a la exuberante modelo.
Contó Taktouk en The Sun que se enteró de la relación entre ambos por una foto playera en Niza. "Cesc es un tonto. Daniella va por su dinero y su fama, pero él no es Beckham y cuando se acaben lo dejará", fue la previsión del exmarido antes de emprender una ofensiva judicial implacable que termina con este último asalto.
El jugador de 28 años y padre de Lía, de tres años, y Capri, que nació el pasado junio, podría acabar declarando en los tribunales para explicar cómo se cerró el negocio de la venta del piso familiar en el exclusivo barrio londinense de Belgravia. Maniobras fraudulentas aparte, lo cierto es que la pareja sigue más unida que nunca y Cesc juega feliz en el Chelsea donde "cumple" según los críticos ingleses.