A Nadal ya no hay quien le pare: atiza a Francia tras su resurgir en las pistas
El mallorquín limpiará su nombre en los tribunales tras las acusaciones de dopaje. La mejor versión del tenista ha vuelto para quedarse gracias a un entrenamiento de fortaleza muy especial.
Rafa Nadal tras ganar su noveno Trofeo Conde de Godó.
Pocos dudan ahora de que la recuperación de Rafael Nadal como uno de los mejores tenistas del mundo va más que en serio. Las dos victorias consecutivas en Montecarlo y Godó le catapultaron a los primeros puestos de la clasificación ocupando el quinto puesto en el ranking mundial ATP. Aunque el de Manacor prefiere centrar su atención en los números de la actual temporada, lo cierto es que estos también dejan buenas sensaciones. Tras dos semanas "mágicas" sin perder un solo partido, el tenista ha subido doce puestos de golpe y se coloca como el segundo mejor de 2016 por detrás de Novak Djokovic.
Sin embargo, su resurgir tiene poco de mágico como afirmó en El Español uno de sus entrenadores, el mallorquín Francis Roig. "Aparcar los miedos", ha sido clave para trabajar e intentar tener la mejor predisposición. La treintena a la que está a punto de ingresar le pasa factura físicamente. Las arrugas le han traído una nueva forma de entrenar fortaleciendo la velocidad en las piernas pero también esa capacidad innata que creyó haber dejado escapar: la fuerza mental.
Su fuerza mental es garantía de éxito
"No hay años anteriores ni títulos pasados", explicó a los periodistas cuando alcanzó las semifinales del torneo catalán. En esa afirmación se resuelven todos los porqués del deportista que sirvió de ejemplo de éxito a universitarios y directivos gracias al caso práctico que el profesor Santiago Álvarez de Món tituló Rafa Nadal, el talento y la persona.
La ansiedad y los "nervios en los momentos importantes" que reconoció sufrir tras caer eliminado en Miami por Fernando Verdasco hace más o menos un año no han desaparecido así porque sí. Aunque se negó a reconocerlo e incluso llegó a afirmar que si se planteara acudir a un psicólogo formaría "parte de su faceta privada", lo cierto es que los profesionales en coaching que se han relacionado con él en los últimos años han tenido mucho que ver en esta nueva etapa de "disciplina mental".
"La mente es la que te permite hacer algo más. [...] Estoy capacitado para aguantar siempre un poco más y de ir algo más lejos de lo que me exigen", sentenció el balear poco antes de ganar su noveno Godó. Un discurso muy en la línea de lo que en 2009 ya dijo de él Álvarez de Món: "A veces, es difícil saber quiénes somos, pero sí conocemos qué no somos".
El balear sabe hasta dónde está dispuesto a llegar
Rafael Nadal tiene muy claro que él es un auténtico campeón y zanjó a su manera cualquier rastro de duda. Este lunes interpuso ante la justicia de París una demanda por difamación a la exministra francesa de Salud y Deporte, Roselyn Bachelot, que el pasado mes de marzo se atrevió a acusar sin pruebas de dopaje al español.
"Ni me fui, ni he vuelto, ni nada", aclaró sin pudor. Sus éxitos parecen haberle infundido la alegría que se esfumó y con este golpe en la mesa hacia los que osaron cuestionar su integridad y su imagen deja claro que si alguna vez se echó a un lado, regresa con el mismo respeto que antes.