El desgarrador acto de la madre de Luis Salom en el tanatorio estremece al mundo
El último adiós a su hijo dejó sin palabras a los familiares y amigos que la acompañaban en esos duros momentos. Con Luis también se fue una parte de ella, la que a él más le gustaba.
La Catedral de Palma ha sido el escenario donde familiares, amigos y compañeros del mundo del motor dijeron adiós al piloto Luis Salom, fallecido en los entrenamientos del Gran Premio de Montmeló la pasada semana. La cita ha estado cargada de homenajes sinceros, palabras de aliento y mucha emoción cuando todos los pilotos del circuito, sin importar la categoría donde corren, entraron juntos para despedir a ese amigo que ya no rodará a su lado.
Sin embargo, todas las miradas estaban puestas en la madre del piloto, María Horrach, que aguantó el cansancio acumulado tras pasar unos intensos días en el tanatorio de Son Valentí, donde ocurrió el enternecedor episodio que en la mañana de este jueves sorprendió a todos.
María quiso entregarle a su hijo una de las cosas que más le gustaban de ella como despedida: sus rizos. En un arranque de aflicción, se fue cortando la melena mechón a mechón mientras colocaba sus rizos negros y largos entre los dedos del piloto. Como después explicó a los familiares que preguntaban por su cambio radical de aspecto, acariciarle los rizos era uno de los gestos favoritos del piloto. Descanse en paz.