Explosionan un paquete sospechoso mientras la España de Gasol sufre ante Nigeria
Una mochila sembró el caos en los aledaños del estadio segundos antes de que el encuentro diera comienzo. Con las gradas vacías, los jugadores siguieron adelante a pesar del susto.
La selección española masculina de baloncesto ha sumado su primera victoria en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro después de vivir otro calvario frente a Nigeria (87-96), un rival que se presumía asequible y que ha obligado a la subcampeona olímpica a otro ejercicio de supervivencia, al menos saldado esta vez de forma positiva tras los tropiezos ante Croacia y Brasil.
La tercera jornada se presentaba idónea para que España recuperara la confianza tras encajar dos derrotas agónicas en el torneo olímpico, por dos puntos ante los croatas y por uno frente a los anfitriones, pero el campeón de África, que ya había plantado cara a Lituania (89-80), ofreció resistencia hasta el final. Pau Gasol (16 puntos), Ricky Rubio (15) y Rudy Fernández (13) fueron los líderes en ataque de un duelo mucho más exigente de lo planeado.
Un partido que fue raro desde antes del inicio, con la explosión controlada de un paquete sospechoso en el Arena Carioca, y que ya nunca transcurrió de acuerdo a la lógica, más allá de un buen inicio de los pupilos de Sergio Scariolo (11-27) que presumía una noche cómoda.
Con las gradas vacías después de que la policía impidiera la entrada al pabellón a los aficionados, el partido estaba a punto de empezar cuando se escuchó una detonación que sorprendió a los propios jugadores, a los que se pudo ver con rostros de estupor. Pasado el susto, el partido se inició sin problemas.
En el último cuarto los africanos por fin bajaron sus poderosos brazos y España pudo contar su primer triunfo en Río, que sin embargo no disipa las dudas de cara a los dos temibles compromisos que decidirán su futuro olímpico: en la madrugada del sábado al domingo contra Lituania (00.00) y ante Argentina en la madrugada del lunes al martes (00.00).
Tras el partido, Gasol mostró su preocupación porque nadie de la organización les explicó lo que estaba pasando fuera del estadio. "No sabíamos qué pasaba. Pensábamos que simplemente no venía nadie al partido... y tampoco no era tan mal partido [sonríe]. Hemos escuchado una explosión, pero no sabíamos ni lo que era, ni qué había pasado...", confesó.