El tapado de Florentino "ahogó" a Messi e ilusionó al madridismo en un partido
De apellido ilustre y de familia ligada al club blanco, Marcos Llorente se postula como posible sustituto de Casemiro si todo sale como Zinedine Zidane tiene estudiado.
El jugador blanco cedido en el Alavés, Marcos Llorente, peleando un balón con Leo Messi.
No recordaba el FC Barcelona que en las filas del Alavés tenía un acérrimo enemigo recién llegado del eterno rival: el canterano Marcos Llorente. Con 21 años y más de ocho formándose en las filas del club blanco, el jugador se convirtió en la pesadilla de los culés en el centro del campo llegando incluso a "desconectar" al equipo de Luis Enrique en numerosas ocasiones.
Fue su actuación la que desenterró aquellos rumores que le situaban de nuevo en la plantilla que lidera Zinedine Zidane el próximo enero si, como ha ocurrido, la sanción de la FIFA impedía la llegada de caras nuevas.
Es por eso que terminó en el Alavés y no en otro equipo mejor posicionado en la tabla. El Real Madrid incluyó una cláusula para poder repescarle en la primera oportunidad posible si el técnico francés le necesitaba y muy pocos clubs con posibilidades de escalar puestos en La Liga aceptaron una condición como esa.
Así lo recuerda Paco Roncero en AS haciendo alarde del orgullo blanco que corre por la sangre del futbolista. Hijo de Paco Llorente y sobrino-nieto del mítico Paco Gento, el "sueño del chico" es terminar de cocerse y regresar a casa.
Con Toni Kroos sin terminar de hacerse al puesto de segundo de Casemiro, todo apunta a que el relevo estaría asegurado con Marcos Llorente. Zidane conocía de sobra su potencial y por eso pidió la condición que trajo de cabeza a Florentino a la hora de buscarle equipo el verano pasado.
"Tiene madera", escriben de él en los medios después de esta victoria memorable que ni en los mejores sueños se hubiera creído el equipo residente en Mendizorroza.