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Ancelotti se destapa dos años después y tritura la imagen idílica de Florentino

Es uno de los entrenadores más queridos por la parroquia blanca, dentro y fuera del vestuario, y su marcha todavía sigue provocando interrogantes... Ahora, dos temporadas después, ha hablado

Ancelotti se destapa dos años después y tritura la imagen idílica de Florentino

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Muchos madridistas se preguntaron en su día a qué se debió la caída en desgracia de Carlo Ancelotti y el entrenador italiano ha decidido sacarles de dudas dos temporadas después en su nuevo libro, Liderazgo tranquilo: ganando corazones, mentes y partidos, en el que señala el deterioro en su relación con Florentino Pérez como el principal detonante de su marcha.

Y es que más de dos años después, la salida de Ancelotti del Real Madrid sigue dando que hablar, no en vano es uno de los entrenadores más queridos que se recuerdan en el Santiago Bernabéu, dentro y fuera del vestuario.

Con estas trazas, el técnico italiano ha decidido dar esos destalles que todos los aficionados blancos querían conocer y hasta ahora desconocidos. La mala relación con el presidente blanco fue determinante y si la relación dejó de ser buena fue por culpa de uno de sus jugadores: Gareth Bale.

Ocurrió tras la derrota ante el Valencia por 2-1 en Mestalla, que ponía fin a aquella racha triunfal de 22 victorias consecutivas. En aquel partido, Ancelotti cambió a Bale: “Días después, el director general me dijo que el presidente quería hablar conmigo. Cuando fui a su oficina, me dijo que Bale le había llamado. Su representante se había quejado porque Gareth quería jugar por el centro. El presidente me dijo que qué pensaba hacer. Mi respuesta fue: nada. No podía cambiar el sistema a mitad de temporada. Desde entonces, mi relación con el presidente no volvió a ser la misma”.

Claro que no fue el único motivo. Otro tuvo que ver con unas estadísticas de la UEFA que decían que el Real Madrid tenía menos horas de entrenamiento que otros grandes equipos europeos. Ese dato provocó grandes presiones: "Hay que trabajar más, me decían. Yo pensaba lo contrario. Los jugadores debían descansar. Lo de las estadísticas fue una señal de que el Madrid tenía más fe en los números que en mi trabajo".