La fiebre amarilla de los Gasol

Memphis Grizzlies, Chicago Bulls y ahora San Antonio Spurs son destinos que han dado mucho a Pau Gasol en su larga trayectoria por la NBA, tiempo en el que ha conseguido superar los 20.000 puntos, 10.000 rebotes, 3.500 asistencias y 1.500 bloqueos. Esta temporada, la que será su decimoséptima en la mejor liga del mundo, será especial porque seguro que la disfrutará más o, por lo menos, de una forma diferente desde sus 37 ‘primaveras’. Es decir, desde la recta final de su carrera profesional, por lo que seguro que querrá vivir al máximo cada minuto de cada partido.

Al de Sant Boi le quedan buenos años de baloncesto por delante, habrá que ver cuántos, pero de momento los más deslumbrantes fueron los de su etapa en Los Ángeles Lakers. El glamour, California, Kobe Bryant, el amarillo de sus uniformes, las cheerleaders o el templo del Staples Center son iconos muy grandes en el universo NBA.

Pertenecer a los Lakers te hace distinto y eso sintió Pau Gasol desde el primer momento que aterrizó en la franquicia de California en 2008. Todo lo que rodea a este equipo tiene trascendencia dentro y fuera del baloncesto, pero sobre todo metidos en una cancha. El espíritu ganador de una entidad como la amarilla llega a toda la NBA y por añadidura, al mundo. Y el catalán pronto se dio cuenta de ello. Ganó su primer anillo en 2009 y para 2010 ya tenía dos en sus dedos. Gasol, que desembarcó en la mejor liga del mundo en 2001, tenía por fin dos títulos en su palmarés, algo que grandes estrellas de esta liga no han sido capaces de lograr.

Entre los ángeles, así debió sentirse Pau al hacerse oficial su llegada a la franquicia de california después de muchos años limitado en sus aspiraciones en un equipo como los Grizzlies. El español tenía las alas cortadas en el equipo de Memphis. No podía evolucionar y su llegada al equipo de Bryant dio un nuevo impulso a su carrera, imposible en la entidad en la que había pasado sus primeros años en la mejor liga del mundo.

Curiosamente Gasol se fue de Memphis tras compartir equipo con su amigo Juan Carlos Navarro, que retornó a la liga española tras un año entre las estrellas. También en las fechas en las que se materializó su salida a Los Ángeles se definió el destino de Marc Gasol. La franquicia de California era la que tenía los derechos del hermano, pero en la negociación por Pau se traspasaron esos poderes a Memphis. Por aquel entonces Marc estaba en la Liga ACB en las filas del Akasvayu Girona.

Podría seguir el destino de su hermano en un futuro cercano. Seguro que acabará, más tarde que pronto, en un club de mayor entidad del que está.