Moyá pone lágrimas en los ojos de los atléticos con una carta genial
Haciendo honor a una afición que roza la leyenda, el portero del Atlético de Madrid se marcha a la Real Sociedad pero no sin antes dedicar un guiño a los colchoneros que les tocará la fibra.
Después de tantos años en el Atlético de Madrid, el portero Miguel Angel Moyá ha tenido tiempo de sobra para conocer a un club con una afición tan apasionada y entregada como la del equipo colchonero.
Consciente de ello, Moyá se ha querido despedir de sus aficionados con una emotiva carta en redes sociales muy fiel al sentir rojiblanco. Antes de recalar en la portería de la Real Sociedad ha dicho adiós con respeto y cariño a la "familia rojiblanca" señalando la oferta como "irrechazable", aunque nunca olvidará el "incansable aliento" recibido desde la grada.
Haciendo un guiño a aquel mítico anuncio la carta comienza con lágrimas en los ojos: "Cuando piensas que un día así no llegará, te das cuenta que es real cuando tu hija de 7 años te dice con ojos llorosos: "Papá, ¿por qué te vas del Atleti?".
Según Moyá "es difícil explicarle a una niña de 7 años que a su padre, o más bien a su familia, se le ha presentado una oferta inesperada pero a la vez irrechazable, de un gran club y que toca cambiar de aires. Un cambio que me emociona y me motiva por ser un nuevo reto, y un cambio que me apena porque dejo un grupo de personas atrás que me han hecho sentir muy especial".
Así, agradece al equipo madrileño que "me haya permitido la posibilidad de aprovechar esta gran oportunidad para mí, a pesar del momento de la temporada en que nos encontramos. Tengo que reconocer que tanto el cuerpo técnico como la dirección deportiva han entendido mi voluntad, y no tengo más que palabras de agradecimiento por su ayuda para poder estar aquí".
En su emotiva misiva da las gracias a la afición "y no es un tópico". Aunque le habría gustado despedirse de otra forma de ellos "porque siempre me apoyaron y animaron. Confío en que entiendan mi decisión, muy importante para mí y para mi familia, y que sepan que nunca olvidará su aliento incansable desde la grada".