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La lección valenciana a los pitidos al Rey deja herido al club del procés

El FC Barcelona, vinculado al referéndum ilegal del 1-O, quedó retratado en otro aquelarre separatista contra el Rey o incluso Bisbal con final infeliz por su derrota.

Aficionados del Barça antes del partido, y una imagen del Rey en una visita reciente a la Ciudad Condal

Publicado por
M.V.

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El FC Barcelona es más que un club: también ha sido, durante estos años, una plataforma para el independentismo, como evidenció sin tapujos en comunicados oficiales de la entidad para apoyar el supuesto derecho de la Cataluña soberanista a celebrar el famoso referéndum ilegal del 1-O o para condenar la supuesta represión policial de aquel día, inexistente como se demostró tras comprobarse que las cifras de heridos eran falsas y que, en realidad, los partes de daños afectaron a más de 70 policías.

"El FC Barcelona condena las acciones llevadas a cabo hoy en muchas localidades de toda Catalunya para impedir el ejercicio del derecho democrático y la libre expresión de sus ciudadanos", señaló el Barça aquel día, en el que llegó a decidir celebrar a puerta cerrada su partido frente al Las Palmas en señal de solidaridad con los votantes.

Contra el himno

Todo eso se plasmó en la final de la Copa del Rey con un nuevo despliegue de pitidos contra Felipe VI y el himno de España, retransmitidos en directo por TVE para todo el país, extensivos además al cantante contratado para amenizar los prolegómenos, un David Bisbal repudiado también por la hinchada más estelada.

Pero lo interesante fue la reacción valenciana en el sevillano estadio Benito Villamarín, cuando todo parecía conducir a un nuevo aquelarre separatista con el Rey de víctima propiciatoria de unos ataques que, en otros países como Francia, están prohibidos y de suceder comportan la suspensión del acto público donde se ofende a los símbolos nacionales.



Así, al comenzar los primeros compases del himno, como se aprecia en el vídeo que ilustra esta información, la afición barcelonesa inició su tremenda pitada, que rápidamente fue silenciada por los aplausos de la hinchada del Turia, que tenía algo más que razones deportivas para no dejarse intimidar.


En los últimos años, se han redoblado los intentos del soberanismo por incluir a Valencia en los llamados Paísos Catalans, un proyecto que espanta a una mayoría de valencianos pero que parece más en marcha que nunca por la afinidad entre ERC y Compromís.

"Espectacular. Los aficionados del Valencia silenciaron los pitidos de los aficionados separatistas del Barcelona", señaló Vox públicamente en una de las pocas reacciones de la velada que se refirió expresamente a estos hechos. Albert Rivera, de Ciudadanos y aficionado del Barça, también se refirió al episodio de manera sutil, felicitando expresamente a "la afición" che.