Este Atleti es Marcos Llorente y diez más

El Atleti sigue ganando. Volvió en plena forma después del confinamiento y ya lleva 13 puntos de los 15 en juego. Acaba de vencer al Alavés por 2-1 en un partido en el que el concurso de Marcos Llorente volvió a ser completamente decisivo, como ocurre desde la mágica noche en la que el Atlético acabó con el campeón de Europa en Anfield.

El partido no fue demasiado vistoso. El Alavés se encerró en su área durante una hora de encuentro y realizó, en esa vertiente defensiva, un magnífico encuentro. Ni un cabezazo de Morata ni una media chilena de Joao Félix pusieron por delante en el marcador a un Atleti que, a medida que pasaban los minutos, iba disminuyendo en brillantez.

Simeone había dado descanso de inicio a Marcos Llorente, pero el chaval sigue teniendo ángel y con su salida al campo en el minuto 57, todo cambió. Jugando, como en los últimos encuentros, como segundo delantero, llevó peligro desde que apareció en el césped. Así, en el 60, una falta lanzada por Trippier fue cabeceada a la red por Saúl, que hizo inútil la estirada del buen portero que es Pacheco.

El Alavés había cometido un solo error en defensa, pero ese fallo le había desbaratado por completo el plan. En el último tramo del encuentro el árbitro, Melero López, sufrió una especie de locura transitoria al señalar dos penaltis que no fueron y que, además, nadie en el VAR, hizo nada por evitar el dislate.

El primero, a favor del Atleti, por una falta que solo Melero vio sobre, quién si no, Marcos Llorente. Era el minuto 71 y Diego Costa ponía la tranquilidad, en principio definitiva, en el marcador para el Atlético de Madrid.

Sin embargo, y ya en el descuento el colegiado señaló otra pena máxima por manos de Koke dentro del área, que tampoco tenía un pase. Lo malo para el equipo rojiblanco de esa acción tan discutida no fue el golazo de Joselu que complica un nuevo trofeo Zamora para Oblak. Mucho peor fue que Koke vio una tarjeta amarilla y no estará el sábado en el Nou Camp frente al Barcelona.