Que empiecen a vallar La Cibeles, que el Barça insiste en tirar la Liga

Fue un partido dominado por el cansancio de los dos equipos y por cierto conservadurismo de Simeone, que si no gana a este Barcelona agotado, no le vencerá nunca. Y, sobre todo, por el nulo hambre y corazón de un equipo blaugrana que no ha hecho casi nada por impedir que el Real Madrid cante el alirón cuando le dé la gana.

Salió el Atlético de Madrid más valiente que de costumbre en el Nou Camp, con algunos acercamientos peligrosos sobre el área de Ter Stegen y con mayor brío y energía que el Barcelona. Y, sin embargo, el equipo blaugrana se adelantó en la primera ocasión que tuvo y sin ni siquiera haber tirado a portería. Diego Costa no tuvo su noche y se marcó un autogol en el primer córner lanzado por Messi.

No reaccionó mal el Atlético de Madrid al tanto del rival, más bien todo lo contrario. Carrasco, bastante activo durante toda la noche, puso en evidencia a Piqué y fue Arturo Vidal en el que le derribó de manera clara en el área blaugrana. Penalti lanzado por Diego Costa, parado por Ter Stegen, pero con un pie 10 centímetros delante de la línea de gol. La máxima pena se tuvo que repetir y Saúl, ya no Diego Costa, engañó por completo al portero alemán.

El gol atlético hacía justicia a un partido con cierto ritmo y muy equilibrado, pero sin demasiadas oportunidades claras en lo que quedaba de primera parte.

La segunda parte comenzó con otro penalti. En esta ocasión de Felipe a Semedo, sin duda, el jugador más destacado del Barcelona en todo el encuentro. Messi marcó su 22º tanto del campeonato con un penalti a lo panenka ante el mismísimo Oblak, que nada pudo hacer. Pero el Atleti empató de la única manera que se podían marcar goles esta noche en el Nou Camp: de penalti. Otra acción de Carrasco concluyó con el belga en el césped dentro del área. Saúl repitió y Ter Stegen estuvo a puntito de evitar el empate.

Al Barça se le estaba escapando la Liga, pero no lo pareció en ningún momento. Es el estado real de este Barcelona en alarmante proceso de descomposición. El Cholo olió la sangre, aunque a lo lejos, y sacó a Joao Félix, Morata, Lemar y Vitolo, todos jugadores de ataque. Los últimos minutos estuvieron secos de oportunidades, Setién humilló de nuevo a Griezmann dándole cinco minutos ante sus excompañeros, y el Atlético pisó más el área blaugrana que el Barça la de Oblak.

Y mientras, los jugadores del Real Madrid presenciaron el partido acariciando un gatito, con media sonrisa, y la fuente de La Cibeles se empieza a vallar.