Solo faltaba escucharlo de su boca: Casillas se retira
El exportero del Real Madrid, la Selección y el Oporto anuncia en un comunicado oficial que deja el fútbol, que no practica desde finales de abril de 2019, poco antes de sufrir un infarto.
Iker Casillas deja definitivamente el fútbol. A pesar de que sus últimos movimientos (candidatura a la presidencia de la RFEF, nombramiento como embajador del Real Madrid) dejaban entrever que no volveríamos a ver al de Móstoles entre los tres palos, él era el único que podía confirmar eso. Se ha ganado ese derecho.
Ahora lo ha hecho a través de un comunicado que ha publicado en sus redes sociales. Tras 21 temporadas, Casillas dice adiós al deporte al que tanto ha dado.
Ha pasado más de un año desde que el excapitán del Real Madrid y la Selección sufriera un infarto. Un hecho que mantuvo al mundo entero en vilo y del que, por suerte, se recuperó. Entonces, Iker dijo que no se pondría fecha de vuelta. "La verdad es que me da igual", afirmó a la salida del hospital en el que permaneció ingresado. Entonces, su supuesta vuelta a los terrenos de juego se antojaba muy difícil, si no imposible.
En este tiempo, se ha dedicado a disfrutar de su mujer y sus hijos, de su familia, amigos y de la vida en general. También del fútbol, pero desde otra posición. De hecho, uno de los -tantos- momentos imborrables que permanecerán en su mente será seguramente haber podido celebrar el último título de liga con el Oporto.
Iker deja huérfano el deporte rey. Aquel hombre que cambió la historia de España un 22 de junio de 2008 en la tanda de penaltis de la Eurocopa frente a Italia. Al contrario de lo muchos piensan, ahí empezó todo. Nuestra Selección fue superior en el choque y dejaba entrever que podía dominar el fútbol mundial, pero si Casillas no se hubiera vestido de santo aquel día otro gallo cantaría.
Fue el inicio de dos Eurocopas seguidas y un Mundial. Tres imágenes quedarán para la historia del fútbol en la final de Johannesburgo: el gol de Iniesta, el pie que le sacó Iker a Robben en el minuto 61 y el mostoleño levantando la Copa del Mundo.
Se merecía la mejor de las despedidas y esperemos que cuando la situación mejore la tenga. Si el fútbol fuera justo, nuestro eterno capitán debería pasearse por todos los campos de los equipos españoles para recibir el aplauso más ensordecedor.
19 títulos. Gracias, Iker. Te veremos pronto.