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El eje franco-alemán se jugará el domingo el cetro europeo

El Bayern jugará el domingo su undécima final de la Copa de Europa después de imponerse en la semifinal ante el sorprendente Olympique de Lyon por 0-3.

Gnabry celebra el segundo gol del encuentro ante el Olympique de Lyon.

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Pese a todas las sorpresas de la Champions League de la pandemia, la final del domingo queda con una buenísima pinta. El PSG, que se deshizo sin ningún problema ayer del sorprendente Leipzig, se jugará el cetro europeo a un grande del viejo continente, al Bayern de Munich, que ha eliminado al Olympique de Lyon por 0-3.

No ha dado el equipo bávaro la exhibición del viernes ante el Barcelona. En aquel partido que ya ha quedado para la historia, el Bayern olió la sangre y siguió atacando sin césar según llegaban los goles, consciente de que estaba consiguiendo algo más que una simple victoria.

Hoy no ha sido lo mismo. Es más, algunas de las más claras ocasiones del encuentro han sido para el Olympique de Lyon que, no conviene olvidar, se plantaba por segunda vez en su historia en un duelo de semifinales de Champions después de derrotar a la Juventus y al City de Guardiola.

En los primeros 20 minutos fue mucho mejor el equipo galo que el todopoderoso Bayern de Munich. Hasta de tres ocasiones claras dispuso el Olympique ante la portería de Neuer y ninguna fue transformada en gol. Ni siquiera esa magnífica desaprovechada por el exdelantero del Villarreal, el camerunés Toko Ekambi.

Pero como en el fútbol manda la contundencia, al Bayern le bastó una sola oportunidad para ponerse por delante en el marcador. Un perfecto disparo de Gnabry en el minuto 20 acabó con las esperanzas de un Lyon que deambuló hasta el descanso, incrédulo, por las ocasiones erradas. El joven Gnabry, una de las revelaciones del año en Europa, repitió en el 33 dejando la semifinales prácticamente sentenciada. Fue este el noveno gol del ex del Arsenal y del Werder Bremen en la actual Champions. Una auténtica barbaridad.

La segunda parte apenas tuvo historia. Hubo pasajes en los que pareció que el Bayern de Munich jugaba con un poco de fuego, pero allí volvía a estar Ekambi para fallar otra clarísima ocasión que, de transformar en gol, habría dado algo de vidilla al encuentro.

El polaco Lewandovski empleó los minutos de la basura en batir su propia marca goleadora. Marcó su gol número 42 de la temporada, 15 en la presente Champions, en el minuto 86 para dejar todo finiquitado.

Partido de lujo el que se presenta el próximo domingo. Será la primera final para el PSG de Neymar y Mbappé y la undécima para el Bayern, que tiene en sus vitrinas 5 Champions.

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