La NBA se planta contra el racismo
Los equipos se negaron ayer a jugar sus respectivos playoffs tras el tiroteo que sufrió Jacob Blake hace tres días por parte de la policía.
Ha sido la gota que ha colmado el vaso. Si tras el asesinato de George Floyd las grandes estrellas de la NBA ya se planteaban no jugar los playoffs en Orlando, que al final utilizaron para denunciar la brutalidad policial contra los afroamericanos, el tiroteo a sangre fría contra el joven Jacob Blake ha acabado con su paciencia.
Ayer, los Milwaukee encabezaron el basta ya. Fueron los primeros en no salir a la pista para enfrentarse a los Magic, que sí saltaron a calentar, pero a cuatro minutos del inicio del encuentro dejaron a los colegiados solos. Por esta razón, la NBA decidió suspender el resto de la jornada. Ahora, Los Lakers y los Clippers, con LeBron James y George Hill a la cabeza, han votado suspender definitivamente las eliminatorias, aunque el resto de equipos sí opten por jugar.
Todo parece indicar que hoy tampoco se celebrarán los tres partidos previstos y todo el país está pendiente de la reunión que a las 17:00 (hora española) mantendrán las franquicias para analizar la situación. "Algunas cosas son más importantes que el baloncesto. La posición adoptada hoy por los jugadores y la organización demuestra que estamos hartos. Suficiente es suficiente. El cambio debe ocurrir. Estoy increíblemente orgulloso de nuestros muchachos y respaldamos al 100% a nuestros jugadores, listos para ayudar y lograr un cambio real", dijo anoche Alex Lasry, propietario de los Bucks.
Uno de los nuestros, Pau Gasol, también se sumó a las felicitaciones a Milwaukee por su actitud.
Lo que no consiguió el famoso "lockout" puede conseguirlo la lucha contra el racismo: suspender lo que resta de NBA.