El Expreso de Cardiff continúa sin rumbo en la operación salida
El galés permanece concentrado con su selección a la espera de una decisión definitiva por parte del club. Su destino podría ser la Premier, pero el Madrid aún espera escuchar ofertas.
El inicio de septiembre ha sido clave en la carrera de Gareth Bale: el primer día del mes, pero en 2013, era presentado por el Real Madrid luego de pagar 101 millones de euros al Tottenham Hotspur, uno de los fichajes más caros en la historia del club merengue; hace un año, marcaba su último gol en Liga vestido de blanco, firmando un doblete frente al Villarreal. Hoy, luego de seis temporadas, parece iniciar otro capítulo importante para el británico; esta vez, podría ser el último como parte del Real Madrid.
A pesar de que su contrato expira en 2022, desde Valdebebas ya barajan opciones para su salida. Se espera que en los próximos días su agente, Jonathan Barnett, se reúna con el club para hallar una solución a la ya dilatada situación de Bale, que actualmente se entrena con la selección de Gales de cara al primer partido de la Nations League. No obstante, estiman que no será fácil, a causa de la poca motivación del jugador para continuar, y un salario anual que asciende a 17 millones de euros.
En principio se había especulado sobre su regreso a los Spurs, donde contaba incluso con el visto bueno de José Mourinho. Sin embargo, el club del norte de Londres parece haber descartado la idea. Otro destino que ha sonado con fuerza ha sido el Manchester United, pero hasta el momento no hay nada concreto sobre la mesa. De no presentarse ninguna oferta, continuaría al menos una temporada más en el Madrid.
La afición reconoce su aporte, pero no tolera la irreverencia
El madridismo conserva en su memoria imágenes imborrables del galés: su esprint para dejar atrás a Marc Bartra en la final de Copa de 2014 ante el Barça, su cabezazo en Lisboa para encaminar a los blancos hacia la ansiada Décima, su valor al salir visiblemente lesionado a cobrar un penalti frente al Atlético en Milán, y su doblete al Liverpool en Kiev, con chilena incluida.
Sin embargo, su bajo rendimiento en los últimos dos años y su polémica actitud han dado lugar a fuertes críticas por parte de la afición, que se ha sentido burlada por su evidente falta de compromiso, su alejamiento de Zidane y sus recientes desplantes, así como su negativa a viajar a Manchester para la vuelta contra el City, o el polémico anuncio que compartió en sus redes sociales donde se muestra molesto por no poder jugar al golf tras ser convocado a un partido de fútbol.