"Leo es difícil de gestionar: ¿Quién soy yo para cambiarle?"
«No he sido yo mismo. No he podido, o no he sabido, la realidad es esa", reconoce Quique Setién en una conversación con el exseleccionador Vicente del Bosque.
Fue el 17 de agosto cuando Quique Setién tuvo que decirle adiós al F. C. Barcelona. Sin embargo, aún queda algo por lo que siguen vinculados; ante el rechazo del club a pagar su contrato, el ex entrenador puso el caso en manos de sus abogados.
Ahora, tras la dimisión de Josep Maria Bartomeu, (el presidente que lo fichó y despidió) Setién, regresó a la vida pública para contar todos los detalles de su salida en una conversación con Vicente del Bosque, a quien aún no conocía.
«La experiencia en el Barça ha sido extraordinaria. He tenido la oportunidad de vivir algo único. Les dije a los jugadores que nunca había estado en un vestuario como ese, que estaba con los mejores jugadores del mundo. Debí tomar decisiones drásticas, pero pensé en el club».
Entrenar a Lionel Messi
«Creo que Messi es el mejor de todos los tiempos. Ha habido otros grandísimos jugadores que han sido buenísimos, pero la continuidad que ha tenido este muchacho a lo largo de los años no la ha tenido nadie. Si acaso Pelé... Le dije un día que llevaba 15 años esperando que llegara el partido del Barça para verle. Leo es difícil de gestionar. ¡¿Quién soy yo para cambiarle?! Si le han aceptado durante años como es y no le han cambiado».
«Es difícil cuando alguien se ha acostumbrado a ganar. Y cuando dentro de sí mismo se genera una ansiedad que, cuando no lo consigue, le hace daño. Realmente, la exigencia tan bestial que hoy existe en el fútbol le ha imbuido a él y a otros muchos que necesitan vencer permanentemente. Pero, claro, para ganar tú no puedes utilizar todo. Es verdad que hay jugadores que no son fáciles de gestionar. Entre ellos Leo, es verdad. También hay que tener en cuenta que es el mejor futbolista de todos los tiempos.
Su forma de ser en el Barcelona
«No he sido yo mismo. No he podido, o no he sabido, la realidad es esa. Cuando firmas por un club de una dimensión como el Barça ya sabes que las cosas no van a ser fáciles a pesar de tener los mejores jugadores del mundo. La realidad es que yo no he podido ser yo, ni he hecho lo que tenía que hacer. Es verdad que podía haber tomado decisiones drásticas, pero tampoco hubieran arreglado nada en un espacio tan corto como el que he estado y en el que todo se concentró después del confinamiento»
«Hasta entonces el equipo estuvo bien. Íbamos cambiando muchas cosas. Al parón llegamos dos puntos por delante. Al volver, empezamos bien en Mallorca, pero la situación se complicó y la trayectoria del Madrid fue extraordinaria. Al final, la tensión nos pudo. Pero, realmente, hay situaciones que en otro contexto y en otras circunstancias yo tenía que haber sido diferente. No había tiempo ni para pensar, ni para trabajar. Si tomaba decisiones drásticas podían perjudicarnos. Teníamos LaLiga ahí, la Champions ahí. Luego pasa lo que pasa contra el Bayern. Luego me enteré de que ya estaba fuera antes del 2-8. He pasado el luto».