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El vídeo de Messi del que todo el mundo habla: Ni sombra de lo que era

Una jugada en el tramo final del lamentable partido de ayer ante el Dinamo deja en muy mal lugar a un Messi, que ya ha empezado la cuesta abajo de su irrepetible carrera.

Messi, celebrando el gol de penalti que ayer consiguió ante el Dynamo de Kiev.

Publicado por
Redacción Deportes

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Pese a la sonrisa que ilustra la fotografía que encabeza estas líneas, Messi no está bien. De hecho, el argentino está viviendo, posiblemente, sus peores meses como jugador de fútbol. Ningún seguidor del Barça quiere pensar que el argentino haya empezado la cuesta abajo de su irrepetible carrera, pero son muchos los detalles que invitan a pensar que Messi, a sus 33 años, comienza a ser una sombra de lo muchísimo que ha sido durante toda su trayectoria.

Es evidente que su situación en el Barcelona, club que quiso abandonar este pasado verano, nada ayuda a ver la mejor versión de un jugador que, como ninguno otro en la historia, ha mantenido una línea increíble de juego y de talento durante más de una década completa. Resignado a permanecer, al menos hasta junio en el club blaugrana, Messi pone empeño, pero su juego tiene muy poca influencia en el equipo. De hecho, todos los goles que ha marcado la Pulga en las últimas semanas han llegado desde el punto de penalti.

Sin ir más lejos, el último ejemplo fue ayer mismo. El Barcelona cosechó su tercera victoria consecutiva en Champions al vencer al Dinamo de Kiev en el Nou Camp (2-1). Sin embargo, la imagen del equipo fue lamentable. Los reservas del equipo ucraniano, que llegó a Barcelona completamente diezmado por un brote de COVID-19, se plantaron hasta en 5 ocasiones solos ante Ter Stegen y solo la fenomenal actuación del cancerbero alemán impidió al desastre.


De ese partido, la imagen que está dando la vuelta al mundo es un vídeo que recoge la actitud de Messi ante el avance de un jugador del conjunto de Lucescu. Cierto que era ya el minuto 92, pero es que al argentino ni se le pasa por la cabeza avanzar tan solo un metro para presionar a un rival que va camino de atacar el área blaugrana. Una imagen que, como bien se dice, vale mucho más que mil palabras. Que dos mil, incluso.