Dos nuevos técnicos de Primera caen por los malos resultados
A la destitución de Míchel anunciada ayer en el Huesca, hoy se ha producido la de Pablo Machín como máximo responsable del Alavés.
Pablo Machín, en uno de los últimos encuentros que dirigió al Alavés.
Se acabó la paciencia y cundió el nerviosismo en los consejos de administración de dos clubes de la Liga Santander. Ayer, el Huesca volvió a perder, esta vez ante el Betis en un Alcoraz gélido (0-2) y los directivos del club altoaragonés ya no pudieron aguantar más la vida de Míchel como primer entrenador del equipo.
El técnico madrileño llegó la temporada pasada a Huesca y llevó al equipo, en una extraordinaria temporada, al segundo ascenso de su historia. Pero el fútbol no tiene demasiada memoria y los resultados mandan. Con 1 sola victoria y 9 empates, el equipo blaugrana es el colista de La Liga Santander después de 18 partidos disputados. Hace un par de semanas, después de caer ante el Barcelona, Míchel ya se veía venir lo que iba a pasar y, con una sinceridad no demasiado vista en el mundo del fútbol, admitió sentir miedo ante su situación.
Aunque aún no se ha hecho oficial, el nombre de Asier Garitano suena con fuerza para suplir al entrenador madrileño al frente del Huesca.
Y esta misma mañana, el Alavés ha decidido destituir de su cargo de entrenador de su primer equipo a Pablo Machín, después de varios malos resultados que concluyeron con la derrota del pasado fin de semana en Cádiz (3-1). El equipo vitoriano ocupa el puesto 16 de la clasificación, con 18 puntos, solo 2 más que el Elche, que marca la zona de descenso, aunque el equipo ilicitano aún tiene 2 partidos por disputar.
Después de cuatro temporadas y media exitosas en el Girona, con el que logró un ascenso histórico a Primera División, esta es la tercera destitución consecutiva para el técnico soriano. Después de ser despedido del Sevilla, tras 27 partidos, y del Espanyol, al que solo dirigió en 10 encuentros, ahora deja de ser técnico del Alavés con 4 victorias en 18 partidos. El regreso de Abelardo al banquillo de Mendizorroza parece ser la solución elegida por los dueños del club vitoriano.