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Alcoyano 2 – 1 Real Madrid: Alcoy fue Alcorcón

Si Zidane sobrevive a esto será un milagro, porque la imagen del equipo, jugador a jugador, fue deplorable. No todo es achacable al entrenador, pero es el eslabón más débil.

Alcoyano 2 – 1 Real Madrid: Alcoy fue Alcorcón

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Alcoy fue Alcorcón. El Alcoyano, en una demostración de pundonor, táctica y amor al escudo, liquidó a un Real Madrid sin alma en dieciseisavos de la Copa.

Un gol de Juanan en la prórroga, diez jugadores en el equipo local (un Segunda B), los jugadores alicantinos acalambrados y el equipo de Zizou con Asensio, Benzema, Kroos y Hazard sobre el campo, echó al Madrid de la Copa a las primeras de cambio. Si Zidane sobrevive a esto será un milagro, porque la imagen del equipo, jugador a jugador, fue deplorable. No todo es achacable al entrenador, pero es el eslabón más débil.

Zidane rotó, porque para eso está la Copa en estas rondas, para rotar. Para ver si algún suplente intenta comerse el mundo. Solo Casemiro y el sempiterno Lucas Vázquez repetían titularidad respecto a la eliminación supercopera ante el Athletic, debutaban Lunin y Chust y disfrutaban de minutos los casi inéditos Odriozola o Militao, el amenazante Isco (amenazante porque, recordemos, se encargó de filtrar que se quería ir en este mercado invernal) o los casi olvidados Vinicius y Valverde. Y, sinceramente, lo que se vio fue bastante mediocre. Por no decir muy mediocre.

Normalmente a un suplente se le exige que el día que le toque jugar, más allá de que esté en forma o no lo esté, que necesite más minutos para estar a tope, que lo dé todo. Que sea fresco, descarado, se eche el equipo a la espalda y demuestre por qué está en el Real Madrid. Y agua. Porque no hubo nada. En este Real Madrid funcionarial nadie desborda. Ni siquiera se intenta. Ya no lo hace ni Vinicius.

Todo son centros al área. Con Isco, además, son gambetas en el centro del campo reteniendo el balón y dejando que el rival se posicione. Si encima es un equipo bien trabajado tácticamente como el Alcoyano, la cosa se complica más. Porque el equipo de Segunda B estaba hipermotivado. Justo lo que se esperaba de los suplentes cualquier aficionado madridista, y no vio por ningún lado.



El partido transcurría sin apenas ocasiones. El Alcoyano veía que su moral se incrementaba, como no podía ser de otro modo, porque conseguía frenar al a priori todopoderoso Real Madrid. Solo un par de llegadas sin peligro real sobre el cuarto de hora, el alboroto que propiciaba un Marcelo que en ataque sigue siendo diferencial y una jugada con un buen caño de Vinicius alegraron el ánimo a los madridistas que veían el partido.

Lunin era un mero espectador. Y cuando el partido se encaminaba al 0-0 en el descanso, un fantástico centro de Marcelo tras un córner despejado por el Alcoyano lo cabeceó Militao a la red. Militao, el mismo que es incapaz de dar un pase correcto si un rival le mira con aviesas intenciones.

Primer gol de blanco del central brasileño y, debería, eliminatoria resuelta. Más aún porque el segundo acto comenzó como el primero: el Madrid monopolizaba la posesión, ritmo lentísimo, ningún desborde. Nada de nada. Un mal despeje de Lunin, blandito de puños, hizo fruncir el ceño, pero tampoco parecía algo trascendente. Todo transcurría sin que pasara nada de nada sobre el césped. Ni siquiera algo que el Madrid echa muchísimo de menos, cada vez más: el alboroto de Vinicius, que ya es inexistente.

Sin embargo, lo que fue un puño blando de Lunin dejó luego otro aviso en una mala salida del portero ucranio, sin consecuencias. Y llegó lo que nadie se podía esperar. Un córner a favor del Alcoyano propició el despeje de puños en el primer poste de Lunin. Otra vez córner. El Alcoyano decidió repetir sacando al primer palo, Lunin se quedó anclado en el centro de la portería, el balón llegó al segundo palo y Juanan pulverizó el empate a placer.

Tener tanta moral tiene estas cosas, supongo. El Alcoyano no se rindió y empujó al Madrid en su área, aunque un cabezazo de Lucas Vázquez, a centro de Marcelo, obligó a José Juan a hacer un paradón ‘gordonbanesco’ y Sánchez Martínez se comió un claro penalti a Militao en una jugada embarullada y sin ayuda del VAR, que hasta octavos no entra en Copa.



Así que se llegó a la prórroga, con Zidane tirando ya de titularísimos: Benzema primero antes del alargue, más tarde Asensio y luego Kroos y Hazard. Con casi todo a por el Alcoyano, para ahondar en la depresión del aficionado madridista, que ya se ha llevado tantos guantazos en los últimos tiempos que parece anestesiado. Un paradón de José Juan a remate de Asensio fue lo más destacado del primer tramo del tiempo extra, con el Alcoyano pidiendo oxígeno y con el Madrid sin saber descabellar al morlaco alicantino.

Y en el segundo acto, con los de Zidane como pollos sin cabeza. Y en una contra, a cinco del final, Juanan pulverizó a un Madrid que no sabía ya ni correr hacia atrás. Y eso no es problema de Zidane. Alcoy fue Alcorcón. Hay cosas que no cambian.

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