El Betis avanza en Copa bajo la niebla y con las lágrimas de Borja Iglesias
El Betis se impuso a la Real Sociedad en la prórroga en medio de una tupidísima niebla y gracias a dos goles de Borja Iglesias, que no pudo contener su emoción por volver a marcar.
Ayer se disputaron los tres primeros partidos de los dieciseisavos de la Copa del Rey, la primera ronda después de la eliminación del Real Madrid frente al Alcoyano. A la espera del encuentro que esta noche jugará el FC Barcelona en Vallecas, ya con Messi, los resultados de ayer fueron: Girona 0- VIllarreal 1, Valladolid 2 - Levante 4 y Betis 3 - Real Sociedad 1.
El partido de la noche fue este último. Primero, porque el equipo sevillano dejó en la cuneta a uno de los finalistas de la Copa del Rey del año pasado, esa final que aún no ha disputado frente al Athletic Club. Segundo, porque el encuentro se decidió en la prórroga después de acabar 1-1 el tiempo reglamentario. Pero, sobre todo, porque tanto la segunda parte como la propia prórroga, se disputó en medio de una tupidísima niebla que imposibilitaba, casi por completo, la visión del encuentro.
Pero, Mateu Lahoz no se planteó en ningún momento la suspensión del encuentro y el partido continuó como si nada, pese a la evidente dificultad para seguir el juego. La Real Sociedad se adelantó en la primera parte gracias a un gol de Oyarzábal, pero todo cambió en la segunda parte cuando, ya en medio de la niebla, Mateu expulsó a Illarramendi y el partido lo igualó Canales antes de la conclusión del encuentro. La roja a Sanabria también igualó el partido y, diez contra diez y con la niebla cada vez más tupida, dio comienzo la prórroga.
Y en ella, llegó la redención de Borja Iglesias. El delantero gallego, el entrañable Panda, no ha podido demostrar en el Betis la exuberante eficacia goleadora que ya enseñó tanto en el filial del Celta, como en el Zaragoza y en el Espanyol. Pellegrini apostó por Iglesias en la prórroga y la decisión no le pudo salir mejor al Betis, que superó la eliminatoria gracias a dos goles del Panda.
A la conclusión del encuentro, Borja Iglesias no pudo evitar las lágrimas antes de ser felicitado, y casi manteado, por unos compañeros deseosos de celebrar los goles de un jugador que es muy querido en el vestuario verdiblanco. Varias horas después, el gallego aún no podía evitar la emoción cuando fue entrevistado en El Chiringuito.