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Real Madrid 1 - Levante 2: Potencia sin control

La tempranera expulsión de Militao dejó al Real Madrid con 10 prácticamente todo el encuentro y puso en bandeja la victoria del Levante en el Di Stéfano.

Real Madrid 1 - Levante 2: Potencia sin control

Publicado por
Miguel Queipo

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Cuando hay más intensidad, léase sangre, entre los no convocados que en el campo, lo normal es pegarse un trastazo. Si encima aparece el VAR, ese VAR que tanto defendía la directiva del derrotado, para determinar que dos jugadas fronterizas te perjudican, la cosa se complica. Si una de esas jugadas es una expulsión en el minuto 8, los versos eran en esperanto. Y si la segunda es un penalti en los alrededores de la línea del área, micras arriba, micras abajo, y deciden que es dentro, es imposible. Ese penalti, cometido por Vinicius, lo detuvo Courtois. Pero el Madrid, que se adelantó por medio de Asensio, acabó claudicando ante un Levante ordenado y punzante. Los goles de Morales y Roger, el filo de la navaja de los de Orriols, tumbaron al campeón de Liga (1-2) . Los de Paco López supieron controlar su potencia ante un rival descontrolado.

El partido comenzó cuesta abajo, con velocidad, sin centro del campo… y con el VAR interviniendo decisivamente para la expulsión de Militao. Un despiste soberano en la defensa madridista permitió a Sergio León recibir un pelotazo en profundidad y en carrera, en ventaja ante la parsimonia del brasileño y de Varane. Los dos acogotaron al delantero granota, pero cuando llegaban sobre la media luna Militao le derribó al golpear con la rodilla en su pie izquierdo. Primero amarilla. El VAR decide revisión. Y es roja, porque era una ocasión manifiesta de gol. El Madrid de los veteranos con diez, y 82 minutos por delante. Feo.

Kroos y Modric intentaban mantener a flote a los blancos, que decidieron seguir siendo protagonistas en el partido. Un fantástico pase del alemán (tras un penalti por codazo de Mendy a Melero que no vieron ni el árbitro ni el VAR) se lo tragó la defensa levantinista igual que hicieron antes los centrales madridistas. Pero esta vez fueron más listos: Asensio marcó el 1-0, pero seguían con once para los 77 minutos restantes. Hay veces que la testosterona es mejor dejarla… cuanto menos en la grada.

El Madrid, decíamos, se había adelantado. Y de repente, se refugió en su área. No fue nada disimulado: Casemiro, improvisado central desde la roja a Militao, podía haber ido al IFEMA a por cafés, que le caía al lado. Benzema, hombre más adelantado, se situaba en la zona de tres cuartos de su propio cuarto. Pero con dos laterales tan absolutamente descoordinados como Odriozola y Mendy, además abandonados a su suerte porque Asensio y Hazard no les ayudaron en nada, los de Paco López fueron tomando el control del partido, sobre todo gracias a un inconmensurable Malsa (parecía Casemiro) y a un fabuloso Clerc, el de Badalona cuajó un partido completísimo.

Así las cosas, y pese a que Asensio perdonó el 2-0 mientras Courtois comenzaba a encomendarse a todas las estampitas posibles, con el Levante controlando la posesión y el tempo del partido. Pero con Morales no pudo. El Comandante sigue siendo un futbolista fantástico. No sólo es veloz, sino que es listo. Y con esa listeza supo situarse en un centro al segundo palo a la espalda de un Odriozola que no sabía si ir a por peras o a por manzanas ante la desaparición de las ayudas de Asensio, y clavó de volea el 1-1. El Levante mereció más hasta el descanso, pero falló con el descabello.

El segundo tiempo fue diferente. El Levante decidió dejar el disfraz de suicida y dejó de jugar a lo loco. El Madrid, mientras, también sacó la defensa quince metros del área. Y no pasaba nada. Hazard, de nuevo desparecido, era igual de intrascendente que siempre y Bettoni decidió meter a Vinicius, quien en su primera intervención se llevó puesto a Clerc. Un milímetro dentro, sobre la raya o un milímetro fuera. Más fronteriza, imposible. El árbitro indicó falta. El VAR, penalti. Sergio Ramos, Lucas, Carvajal y Valverde, desde la grada, casi logran revertir la situación. Tenían mucha más sangre que sus compañeros sobre el campo. Las cosas de sentir la camiseta, dicen. Fue penalti. Lanzó Roger y Courtois detuvo el lanzamiento, demasiado centrado pero muy potente. El Madrid seguía vivo.

Pero le duró poco la alegría. Una jugada ensayada tras un córner acabó con la entrega del premio de Fallera Mayor para Roger, después de que todo el equipo granota bailara al Madrid a su compás. El delantero aprovechó la ocasión y fusiló a Courtois para el 1-2. Militao decidió exponerse y acabó expulsado, pero manteniendo el 0-0, y el Levante prefirió encajar el 1-0, seguir con once y en superioridad e ir a por el partido. La potencia sin control necesita nuevos neumáticos. Y el Madrid, que empiece otra Liga. Porque ésta ya está perdida.

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