Real Madrid 2 – 0 Getafe: Mendy 'lerendi'

Llevaba tiempo en el ojo del huracán debido a su escaso rendimiento ofensivo. Pero Ferland Mendy, con Marcelo por delante (quién lo iba a decir), cuajó un partido a muy buen nivel en fase ofensiva y fue uno de los baluartes de uno de los partidos más plácidos de la temporada ante el Getafe en el Di Stéfano. Los de Zidane ganaron (2-0) con goles de Benzema y Mendy, ante un rival que no enseñó siquiera los dientes. Cuando todos se esperaban al equipo-ogro de Bordalás, enfrente hubo un equipo sin sangre. Ver para creer.

Sorprendió Zidane con un once con variante táctica: tres centrales (Nacho-Varane-Mendy), Marcelo más adelantado y Marvin titular por delante de Isco, que para poder jugar tuvo que esperar hasta que jugase Arribas. Malos tiempos para el malagueño. La primera parte fue igual de plomiza que el cielo de Madrid, destripado mientras jarreaba agua a mansalva. El Madrid controlaba el partido ante un rival inoperante, que vivió al pelotazo y que no se acercó ni a 25 metros de Courtois.

Tampoco es que el Madrid hiciera un partido maravilloso, ni mucho menos. Modric y su exterior y la pujanza de un Marcelo al que se le nota un mejor estado físico (aunque se tuvo que retirar con una dolencia muscular casi al final) fueron lo mejor de los blancos. Un larguero de Benzema y una parada de Soria a remate de Modric fue el único bagaje ofensivo de los blancos durante ese primer acto.

Bordalás, desde el palco tras su roja ante el Sevilla, decidió meterle mordiente a su equipo a ver si respiraba. Su once había sido extraño, seis cambios respecto al Pizjuán, y Kubo, Aleñá y Mata entre otros se habían quedado en el banquillo. Todos ellos entraron en el segundo tiempo. Pero no les dio tiempo casi ni a enterarse de que estaban jugando. El Madrid aceleró, le metió dos marchas más al partido y comenzó a volcarse en el área azulona.

Así que el gol era cuestión de tiempo, aunque Asensio tenía uno de esos días. Un centro de Vinicius de esos que suelen ir a ningún lado fue milimétricamente a la testa de Benzema, que descerrajó el 1-0 abriendo la lata y definiendo el partido, tan pobre era la propuesta getafense.

El 2-0 llegó poco después, apenas siete minutos, en una buena jugada en la que Marcelo asistió a Mendy para que el francés, de lo más destacado en ataque de un Madrid que volvió a mostrar el terraplanismo habitual de esta temporada, remachara la victoria. Ya estaba Arribas en el campo, y Zidane metió más tarde a un Isco al que se le ve absolutamente fuera de todo: de tono, de mentalidad y de hambre. Era un partido de la jornada uno, si esto hubiera sido en agosto hubiera sido más fácil hacerse a la idea de la realidad que esperaba este curso.