El Atleti suma un punto ante el Levante, que le hace aún más líder de la Liga
En partido correspondiente a la segunda jornada de Liga, el equipo de Simeone empató un partido que mereció ganar y con el que aventaja en 6 puntos, y con un partido menos, al Madrid.
El Atlético de Madrid amplió la diferencia en un punto respecto a sus perseguidores, Real Madrid y Barcelona, al empatar a 1 en Valencia ante el Levante en uno de los encuentros que aún tenía por jugar el equipo del Cholo.
Jugaba el Atleti con nocturnidad y medio de incógnito. Se enfrentaba al Levante, en medio de la tarde y en medio de la semana, en partido correspondiente a la segunda jornada de Liga, mucho antes de que el equipo de Simeone presentara su candidatura para ganar la Liga ocho años después. Y, por casualidades del destino, los dos equipos se enfrentarán el próximo sábado de nuevo, esta vez en el Metropolitano y esta vez en el partido correspondiente a la segunda vuelta.
El Atlético, que es mucho más frágil defensivamente en este último mes, comenzó de nuevo encajando un gol. Por primera vez desde que Simeone entrena al club colchonero, el Atleti ha enlazado seis jornadas consecutivas encajando gol. Y en Valencia no fue una excepción.
Al poco de superar el primer cuarto de hora, y con los equipos aún sesteando, Bardhi marcó solo ante Oblak al beneficiarse de un error grosero de Giménez. El Atleti, como buen toro bravo que es esta temporada, se dolió del castigo, se dio por enterado de la afrenta y comenzó a someter al Levante.
En estas que se erigió la figura del portero del equipo granota, Aitor Fernández, que empezó a convertirse en el héroe de su equipo. No pudo salvar el gol de Marcos Llorente, su octavo tanto en Liga de la temporada, porque el disparo del ex del Madrid golpeó en la cabeza de Robert Pier antes de colarse irremisiblemente en la portería valenciana. Pero justo después, en pleno acoso del Atleti, Aitor evitó varios tantos después de buenos disparos de Luis Suárez y Marcos Llorente.
El equipo de Simeone terminó embalado el primer tiempo, con la presión altísima, sin dejar salir al Levante de su campo y recuperando el balón en tres cuartos del terreno valencianista. Y en el minuto 48 llegó lo impensable. Una espectacular pared entre Saúl y Luis Suárez concluyó con un gran recorte y posterior disparo del charrúa, que Aitor rechazó con una gran estirada. Pero el portero vasco dejó el balón franco para que Ángel Correa, solísimo en el borde del área pequeño y con Aitor en el suelo, mandara el balón por encima del larguero. Uno de los errores ofensivos más groseros de la temporada, sin ninguna duda.
Simeone dio entrada, en el minuto 63, a Joao Félix, que volvía a los terrenos de juego después de dos semanas enfermo de COVID. Lo hizo sustituyendo a otro ex enfermo, Yannick Carrasco, que ha regresado algo debilitado de la enfermedad.
Un cambio anterior del Atleti, la salida de Kondogbia por Vrsaljko en el descanso, propició que el Levante utilizara el arma del contragolpe con mucha menos incidencia que en el primera parte, en la que Bardhi, Roger y De Frutos encontraron una buena autopista por el centro del campo.
El segundo tiempo fue una nueva demostración de que Marcos Llorente juega a otra velocidad. Ahora como lateral y no como carrilero como en la primera parte, el madrileño profundizó una y otra vez por la banda derecha sirviendo buenísimos balones que, desafortunadamente para el aficionado colchonero, no encontraron remate franco en el área. Pero el acoso atlético seguía y la idea de seguir y seguir atacando dejaban orgulloso al seguidor rojiblanco.
Dos buenos pases consecutivos de Joao Félix, el primero a Suárez y el segundo a Saúl, fueron anulados por fuera de juego, justo, por el árbitro. El Atleti, ya con Vitolo y Torreira en el campo, no se cansaba de atacar y continuaba sometiendo a un Levante que prácticamente no pasaba de la mitad del terreno de juego.
Sin embargo, como el fútbol es así de caprichoso, Carlos Clerc, el buen lateral izquierdo del Levante, lanzó un zapatazo desde dentro del área que fue milagrosamente rechazado por Oblak. El portero esloveno acababa de salvar de una derrota, que hubiera sido completamente injusto, a su equipo.